No quiero ponerme ñoña ni empalagosa pero hoy mi gran amor, el hombre de mi vida, mi SALVADOR, cumple tres maravillosos años. Hoy hace tres años que sus preciosos ojos vieron la luz por primera vez. Eran las 03:50 de la madrugada cuando por fin lo vi y supe cómo era. Fue muy buscado, muy deseado, muchíiiiiiiiiisimo, cuando algo o alguien se hace de rogar tanto, y solo los que hemos pasado por aquí me entenderán, todo se vive diferente, se disfruta aún más, porque muy en el fondo sabes que eso si ha sido un milagro. Recuerdo que prefería mirarlo a dormir, fui incapaz de dormir más de 10 minutos seguidos los primeros días, era tanta mi felicidad que dormir suponía perder el tiempo, no me lo podía creer, y aún hoy, en ocasiones, tengo esa sensación de no poderme creer que está conmigo.
Desde ese día nuestras vidas giran en torno a Salva, y solo queremos verlo crecer tan feliz y tan sano como hasta ahora, que esa maravillosa sonrisa que lo inunda todo esté siempre ahí, y que su presencia tan grande, tan inmesa y tan imponente es lo único que necesito, todo lo demás me sobra, es lo que he querido siempre, por lo que ya no pido nada más.
Bueno y ahora, tras las lagrimitas, os voy a contar mi parto, por si alguna que me lee está embarazada, para que se anime, puedo decir que existen dilataciones rápidas y casi sin dolor. Lo primero que tuve fue un embarazo genial, ni un vómito y con un hambre que me comía los dedos, únicamente aborrecí la Coca-Cola y las gambas, por lo demás más feliz que una lombriz. Llegué casi a la semana 42, no tuve ni un síntoma antes de absolutamente nada, es decir, no tuve que visitar el hospital por falsas alarmas, ni una contracción ni nada, tan normal. Con lo cual ya pensaba que me provocarían el parto, de hecho el 14 de marzo tenía monitores y desde allí me dijeron que si para ese día no lo había tenido que me trajese todo que me quedaba ingresada. Con lo cual yo ya estaba mentalizada para eso. Pero NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, todo se desencadenó en una hora.
Nos situamos en la tarde del 11 de marzo, a eso de las siete de la tarde se me rompe la bolsa en mitad de la calle, así como en las películas, venía de andar cuatro kilómetros con mis padres por el paseo marítimo y PLOFFFFFFFFFFFF bolsa rota, menos mal que estaba cerca de casa, llego me ducho, me seco mi pelo, me echo mis cremas y mi brillo de labios, espero que Tomás termine de ducharse pues se vino corriendo del trabajo. Entonces empiezo con unas contracciones suaves, suaves y sin dolor (que para mí, ilusa del mundo y de estas cosas, no eran contracciones, pero eran en toda regla) CADA TRES MINUTOS DIRECTAMENTE, bueno en honor a la verdad las 2-3 primeras contracciones fueron cada cinco minutos.
Así nos vamos para el hospital a eso de las 20.30-20.45 horas, llegamos, espero en urgencias, la verdad es que no mucho, a que la chica que había dentro terminase, pues iba con la bolsa rota y así no se puede esperar mucho, tienen que controrlarte en todo momento, entro una chica super encantadora (digo chica aunque era una doctora, porque era más joven que yo) me reconoce y me dice más o menos esto: "Vienes de cuatro cms., y con el cuello del útero borrado, si todo sigue así de bien antes de las doce de la noche tu hijo habrá nacido", subidón de moral total, pues entre el miedo, la incertidumbre y todo lo que pasa por tu cabeza en esos momentos, se agradece, la verdad, máxime cuando yo iba diciéndole a Tomás en el coche que posiblemente hasta mañana no me provocarían el parto, de nuevo repito, qué ilusa yo.
Me suben para una habitación, estoy andando, hasta que me dicen que a la cama y que no me mueva para nada por lo de la bolsa rota, me ponen un monitor, sacan sangre, me quitan el monitor, Tomás y yo empezamos a ver "House" (concretamente un capítulo repetido de una pareja de lesbianas que una de ellas llevaba varios días sin dormir y estaba a punto del colapso), poco a poco las contracciones empiezan a doler ,pero muy poco, cada contracción era un pelín más fuerte que la anterior, y le digo a una enfermera que entra en la habitación para ver cómo estoy, a modo de comentario: "Jo, esto ya va doliendo cada vez un poquito más", a lo que ella me dice que me va a reconocer para ver cómo voy y me dice: "Hija mía no te va a doler si estás de 7 cms, vámonos para paritorios para prepararte, ya le veo el pelito al niño ". Otro subidón de moral, eran las 22.30 más o menos. Pero de verdad aquello comenzaba a doler, pero no como para retorcerme, era soportable, de hecho fue soportable en todo momento.
Llegamos a paritorios, me cogen la vía, dudo entre si ponerme o no la epidural, que al final me pongo por si acaso, pero que NO ME HIZO ABSOLUTAMENTE NADA, es más fue ponérmela y comenzarme a doler un poco más, y más y más, pero ya estaba de más de 8 cms. Llego a dilatación completa sobre las doce de la noche más o menos, pero con un dolor totalmente soportable, lo siento, soy de esas afortunadas que deben tener el umbral del dolor muy alto. Y a empujar, y aquí comienza mi suplicio de verdad, empujo, empujo y nada, no sale. Viene un doctor (Juan Carlos, jovencito también y encantador) que dice a mis matronas que me vayan variando de postura pues la cabeza del niño no está virada (????????????), que se va a hacer una cesára y que si en media hora cuando vuelva no consigo tenerlo pues me llevarán para quirófano.
Me cachis, con lo bien y lo rápido que iba todo, me pusieron todas las posturas posibles, empujé más de dos horas y media en cada contracción, debo decir que mis matronas María José y Nati estuvieron conmigo en todo momento, sin dejarme, dándome fuerzas, ánimo, consuelo, hubo momentos en los que ya no tenía fuerzas, pero no por el dolor que como digo para mí era soportable, era el agotamiento físico ¿sabéis lo que es empujar durante más de dos horas y media? Empujé para tener 7 niños. Ya no seguía la respiración, iba a mi aire. Mis matronas dicen que lo dejemos, que si ya no ha salido, pues que no sale.
Total viene por mí de nuevo el doctor Juan Carlos, dice que ya no podemos esperar más, y para el quirófano, me ponen la intradural, ya no siento nada, relax total y alivio total, me relajé tanto que por momentos hablamos de un montón de cosas, del Código Da Vinci (que se estaba leyendo el pediatra que estaba en quirófano), de París, del nombre que le vamos a poner al niño, del miedo tan grande que tenía y del miedo que me daban los forceps ¿bonito, verdad? Recuerdo todo esto con una sonrisa, pues es lo que había en sus caras, sonrisas y consuelo en todo momento. Agradeceré toda mi vida a los doctores Juan Carlos y Mariela Fernández él hecho de que me hicieran todo más bonito, me iban contando todo, que ya tenían a Salvador, que tenía los ojos abiertos, que era chato, delgadito, muy delgadito, pese al trauma de los forceps ellos lo hicieron todo más sencillo, menos traumático.
Tuve la gran suerte de encontarme gente estupenda, sé que en muchos casos no es así, pero desde la primera doctora que me atendió en urgencias, hasta mis matronas, el anestesista, enfermeras de quirófano, para terminar con los doctores Juan Carlos y Mariela Fernández, todos, todos, fueron estupendos, profesionales y humanos, me dieron su cariño y comprensión, me trataron como si me conociesen de toda la vida, y hoy un día tan especial para mí, me acuerdo de ellos también y aunque en silencio brindo por ellos. Hoy es un día de brindis en mi familia, somos muy fiesteros y muy de celebrar lo bonito de esta vida, como debe ser.
Eran las 03.50 horas del miércoles 12 de marzo, en ese momento mi mundo comenzó a girar en torno a él, era la persona más feliz del universo, la larga espera de años había merecido la pena, ya tenía mi recompensa y mejor no podía ser. Volvería una y otra vez a ese momento único y mágico de descubrirlo, estaba en el mismo paraiso (aunque era un frío quirófano). La locura para todos vino después, Tomás (que cuando lo vío dijo que se parecía a Golum, aunque para mí era lo más bonito que había visto jamás), mis padres, mis hermanos, mi suegra, los hermanos de Tomás, sus primas, padrinos, amigos, todos sabían lo que Salvador significaba para Tomás y para mí y todos participaron de nuestra felicidad.
De no ser por el final que se alargó un poco, en cinco horas había roto la bolsa y había llegado a dilatación completa casi sin dolores, pues a las siete de la tarde venía tan normal de vuelta a casa cuando rompí bolsa y a las doce de la noche, cinco horas después, estaba empujando. Vamos que si a las siete de la tarde cuando empezó todo me dicen que en ocho horas más o menos ya tendría a mi hijo conmigo le digo que está loco, y más si me dice que el dolor fuerte (por llamarlo de algún modo) se reduciría a unos 90 minutos.
Por lo que para nosotros el 12 de marzo es un día grande, muy grande, es su cumpleaños, pero también es muchas cosas que no puedo explicar con palabras y como tal hay que celebrarlo. Y como mi príncipe que es siempre, siempre, haré una fiesta en su honor, fiesta porque cumple años, pero fiesta para mí y para su padre porque tal día como hoy nos sentimos completos para siempre.
Te quiero vida mía, tanto que no hay números, ni palabras, ni sentimientos que lo puedan describir. Eres lo mejor que tengo y como dije al principio ya no pido nada más, bueno sí, verte crecer feliz y sano, el resto es intrascendental y no importa.
Bueno termino con tanta palabra empalagosa, aunque es lo que siento, y os dejo unas fotos de Salvador a diferentes edades en estos tres años.

Una de sus primeras fotos, con horas de vida, aunque si lo miramos bien es verdad que parece Golun (12-3-2008), el nombre de Salvador hacía más bulto que él

La noche que nos dieron el alta, sobre ese jersey le pusimos un batón precioso de Kobez y la capota a juego con el jersey (14-3-2008), con qué ilusión y cuidado preparé esa primera ropa

La primera mañana en casa (15-3-2008)

Con la cuarentena más o menos a finales de abril de 2008

En julio de 2008 con su prima Noemí, aquí llevaba una ranita preciosa de plumeti beig con el puntito en celeste

En octubre de 2008 con pijama de Super-Man y "pelo pincho"

Con 8 meses en noviembre de 2008

Esta foto me encanta, es en casa de mis padres, tiene un pijama naranja y yo le estoy probando un gorro de Chicco que mi amiga Cristina le había regalado, lo tiene en brazos su tata Dolores

Con nueve meses en las navidades de 2008

Con nueve meses, diciembre de 2008

Con nueve meses con su precioso abrigo y capota celestes, diciembre de 2008

El día que celebramos su primer cumpleaños, lo tiene en brazos de nuevo su tata Dolores

En agosto de 2009

Sus primeras vacaciones en Barceloa y Tossa de Mar, aquí está sobre una moto en la tienda de su Tita Silvia, tenía 17 meses (agosto 2009)

En el precioso pueblo de la Costa Brava: Tossa de Mar (agosto 2009), me encantó ese pueblo, sobre todo ese ambiente tan tranquilo y familiar, estaba repleto de familias francesas e italianas con sus hijos

Navidades de 2009

En casa de su padrino, con su padrino, ambos se adoran mutuamente (abril de 2010)

En abril de 2010, en una visita al pediatra

Esta foto me encanta y no sé porqué ha salido así (mayo 2010)

Salva en la actualidad, con su moto Feber (febrero de 2011)

El 28 de febrero de 2011
Que paséis un buen fin de semana. Besos
Inma