Mostrando entradas con la etiqueta torrijas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta torrijas. Mostrar todas las entradas

viernes, 6 de abril de 2012

Una semanita para olvidar

Jooooooooooo, que se supone que yo debería estar en Madrid, o en Cáceres o de procesiones por mi ciudad con las amigas y las primas (y sin niños o maridos), a nuestro aire, con el espíritu festivo, perdón quería decir semanasantero, a cuestas, ahora un barecito, ahora vamos a ver una salida procesional, ahora otro barecito, ahora otro trono, pero no en casa escribiendo una entrada, que tampoco me disgusta pero no eran los planes. En fin que pase pronto esta semana que es para olvidar. 
El chiquiboy ya está bastante mejor gracias a dios, no tiene fiebre desde anoche y el 39 en el termómetro lo dejamos el miércoles por fin, tampoco tiene diarrea ya desde ayer tarde, come más porque ha estado días enteros con tres yogures "pelaos y mondaos" en el cuerpo, cosa que a mí me acojona muchísimo, pero las visitas al centro de salud no fueron suficientes y el miércoles por la noche tuvimos que ir a las urgencias del Materno. No sabéis cuánto me acuerdo de su pediatra que está de vacaciones, el lunes cuando vayamos le voy a besar los pies como mínimo porque me lo coje y acierta siempre. Fuimos al Materno mentalizados de estar varias horas esperando, pero al final no estuvimos ni 20 minutos, fue muy rápido, no había nadie, debe ser que todo el mundo estaba de procesiones, el médico que nos atendió (guapísimo por cierto, que una va con el niño malo pero tiene ojos en la cara y buen gusto) fue muy voluntarioso y nos dijo que probablemente era mononucleosis, que tiene sus días y que sigamos con el mismo tratamiento, así que para casita.
De camino a casa le digo al marío que el médico me pareció muy mono y el muy celosillo todo picado (eso está bien, que tenga celillos, porque significa que aún le importa lo que pienso o siento, jajaja) me dice: "¿Mono? Si es inexpresivo". Era mono e inexpresivo, para qué negarlo, tampoco era la alegría de la huerta, aunque ganas que me entraron también de decirle que me mirase el cuello (que está hecho una KK "mu" grande) y a mayor estrés, en este caso provocado por el niño, peor se me pone y no lo podía volver para el lado izquierdo. Ahora esperemos que yo no pille también la mononucleosis porque llevo todas las papeletas para ello, lo tengo encima hasta cuando voy al baño, que es "mu" fuerte esto.
Las niñas, Ana y Pepa (La Chica) vinieron a verme también ayer jueves en vistas de que mis planes de quedar con ellas se los cargó la mononucleosis o lo que sea, las tías venían con unas ganas de guasa increíbles, se habían acostado a las siete de la mañana y habían encerrado todas las procesiones y yo creo que todos los bares también. Comimos en mi casa y la sobremesa se alargó hasta las ocho de la tarde que se fueron de nuevo a arreglarse para comenzar la noche del jueves santo, sólo os digo que mi mesa no se quitó ayer en todo el día. Mi Tomás me dijo que me fuese con ellas que él cuidaba del niño, pero la verdad que tampoco me apetecía y sé que mi niño se acordaría de mí y yo más de él, otro año veré a mis menosos (Congregación de Mena), aunque en toda mi vida me he quedado sólo dos años sin verlos procesionar, ayer y el año que nació Salva que tan sólo tenía 8 días, así que anoche me conformé con verlos por la tele. Esta noche igual salía con ellas y con mi prima, pero creo que no voy a bajar, entre otras cosas porque la tarde se está poniendo de un gris plomizo bastante preocupante, así que también veré a Servitas por la tele.  
Ana y La Chica en un momento de la sobremesa con el cafelito y los dulces
A los dulces del café se unieron además las torrijas de mi madre:
Son muy fáciles de hacer: mi madre siempre usa barras de pan de un par de días cortadas en rebanadas, las moja en leche (leche que previamente ha hervido con azúcar, canela en rama y cáscara de limón, una vez apartada la leche del fuego le echa un "chorrito importante" de anís o Marie Brizard), después moja las rebanadas en el huevo batido y a la sartén con abundante aceite de oliva, por último una vez salén de la sartén las emborriza en azúcar con canela molida.
Eso es todo mis niñas, me voy que tengo a la suegra en el salón viendo una peli antigua mientras mis dos hombres duermen la siesta, ah sí una cosa, no me quiero despedir sin dar la bienvenida a mi nueva seguidora, ya somos 140. Besos y la semana que viene volveré, espero que con cosas más alegres que contaros.
Inma