Mientras escribo la entrada no os imagináis cómo sopla el viento, esta noche de domingo de ramos la candelería de los tronos de mis vírgenes malagueñas no van a lucir como deberían, va a ser imposible tenerlas encendidas un segundo, una pena, aunque seguirán siendo igualmente bellas y únicas.
Hace y ha hecho bastante frío en estos días pasados, aunque a partir de mañana la cosa mejora bastante según dicen, aún así, me encanta la Semana Santa cuando cae en marzo y hace frío todavía. Qué le vamos a hacer, vivo en Málaga y calor precisamente es lo que nos sobra. Cuanto más tarde el calor en venir, mejor, porque precisamente calor es lo que tendremos para dar y regalar de aquí a nada, y yo odio el calor, así que a mí que haga frío y llueva no me preocupa lo más mínimo, ni me preocupa ni me molesta.
Hace y ha hecho bastante frío en estos días pasados, aunque a partir de mañana la cosa mejora bastante según dicen, aún así, me encanta la Semana Santa cuando cae en marzo y hace frío todavía. Qué le vamos a hacer, vivo en Málaga y calor precisamente es lo que nos sobra. Cuanto más tarde el calor en venir, mejor, porque precisamente calor es lo que tendremos para dar y regalar de aquí a nada, y yo odio el calor, así que a mí que haga frío y llueva no me preocupa lo más mínimo, ni me preocupa ni me molesta.
Pero debo poneros al día y justificar en parte mi ausencia, el mes de febrero ha sido una mierda, es la palabra que mejor lo define, bueno y la última semana de enero y los primeros once días de marzo también lo fueron. Hemos estado todos malos, pero todos, todos.
Mis padres en febrero visitaron urgencias tres veces, afortunadamente nada importe, cosas de la edad, aunque aparentemente parezcan unos chavales. Salva ha tenido un brote brutal de dermatitis atópica como nunca lo ha tenido, afortunadamente 300 € menos y un mes y medio de tratamiento después podemos decir que ni rastro de la dichosa dermatitis.
Tomás y yo hemos tenido la gripe también en febrero, cuando a uno le bajaba la fiebre se levantaba y se ocupaba del resto, así hemos andado casi una semana. Más malitos que un perro.
Para colmo, días antes de caer con la gripe y días después de recuperarme de ella sufrí dos contracturas cervicales que me han metido en la cama por los mareos. La primera vez me levanté, me senté en el sofá y con las mismas me tuve que tumbar de nuevo mareada perdida. Así que haced lo que os de la gana pero yo no puedo con mi vida fueron más o menos mis palabras esa mañana. La segunda vez me pasó en el trabajo, tuve que llamar corriendo a una compi para que se viniera porque yo era incapaz de levantar la cabeza de la mesa del mareo que tenía. No veas el cachondeito de todos con la idea de un posible embarazo, pero no, Tomás vino a por mí, pastilla potente para las cervicales y otra para el mareo y en un rato estaba como si nada.
Pero sin duda la que peor ha estado y la que más me ha preocupado ha sido Alejandra desde que el 17 de enero le pusimos la vacuna de los 3 años hasta el pasado 11 de marzo que fue el último día que le dio fiebre ha pasado por cinco estados febriles de varios días cada uno. He perdido la cuenta de las visitas a su pediatra y a urgencias, fiebre de 39 y 40, analíticas, pruebas y placas varias, una bronconeumonía, dos otitis y una amigdalitis con pus han sido alguna de las cosas.
Todo eso unido a que cuando estaba bien y no tenía fiebre he intentado protegerla del enorme frío y la lluvia y han hecho que en casi dos meses apenas pisara la calle para algo que no fuera ir al médico, por lo tanto, se nos han quedado dos modelitos de los más arreglados sin estrenar (bueno realmente uno de los modelitos estaba gafado de entrada y no cuenta). Menos mal que Netflix nos ha salvado en el encierro forzoso, bendito Netflix.
Ha estado más días mala en casa que días a ido al cole en este segundo trimestre, se ha perdido cumpleaños, el día del desayuno andaluz, la actuación por el día de Andalucía, la visita a la Cueva del Humo, la visita de Tadeo Jones para darles el diploma de arqueólogos y un montón de cosas más.
Mis padres en febrero visitaron urgencias tres veces, afortunadamente nada importe, cosas de la edad, aunque aparentemente parezcan unos chavales. Salva ha tenido un brote brutal de dermatitis atópica como nunca lo ha tenido, afortunadamente 300 € menos y un mes y medio de tratamiento después podemos decir que ni rastro de la dichosa dermatitis.
Tomás y yo hemos tenido la gripe también en febrero, cuando a uno le bajaba la fiebre se levantaba y se ocupaba del resto, así hemos andado casi una semana. Más malitos que un perro.
Para colmo, días antes de caer con la gripe y días después de recuperarme de ella sufrí dos contracturas cervicales que me han metido en la cama por los mareos. La primera vez me levanté, me senté en el sofá y con las mismas me tuve que tumbar de nuevo mareada perdida. Así que haced lo que os de la gana pero yo no puedo con mi vida fueron más o menos mis palabras esa mañana. La segunda vez me pasó en el trabajo, tuve que llamar corriendo a una compi para que se viniera porque yo era incapaz de levantar la cabeza de la mesa del mareo que tenía. No veas el cachondeito de todos con la idea de un posible embarazo, pero no, Tomás vino a por mí, pastilla potente para las cervicales y otra para el mareo y en un rato estaba como si nada.
Pero sin duda la que peor ha estado y la que más me ha preocupado ha sido Alejandra desde que el 17 de enero le pusimos la vacuna de los 3 años hasta el pasado 11 de marzo que fue el último día que le dio fiebre ha pasado por cinco estados febriles de varios días cada uno. He perdido la cuenta de las visitas a su pediatra y a urgencias, fiebre de 39 y 40, analíticas, pruebas y placas varias, una bronconeumonía, dos otitis y una amigdalitis con pus han sido alguna de las cosas.
Todo eso unido a que cuando estaba bien y no tenía fiebre he intentado protegerla del enorme frío y la lluvia y han hecho que en casi dos meses apenas pisara la calle para algo que no fuera ir al médico, por lo tanto, se nos han quedado dos modelitos de los más arreglados sin estrenar (bueno realmente uno de los modelitos estaba gafado de entrada y no cuenta). Menos mal que Netflix nos ha salvado en el encierro forzoso, bendito Netflix.
Ha estado más días mala en casa que días a ido al cole en este segundo trimestre, se ha perdido cumpleaños, el día del desayuno andaluz, la actuación por el día de Andalucía, la visita a la Cueva del Humo, la visita de Tadeo Jones para darles el diploma de arqueólogos y un montón de cosas más.
La semana pasada ya la vieron en infecciosos del Materno, el médico que la vio cree que todo es consecuencia del frío, del invierno tan virulento que ha hecho y de que es su primer año en contacto con más niños (ella no ha ido a guardería antes de preescolar) y eso hay niños que lo resienten más que otros. Aún así en dos meses la volverán a ver.
Y tras contaros brevemente nuestras intensas vidas de mierda en estos dos últimos meses nos metemos de lleno en el domingo de ramos que es de lo que toca hablar hoy, aunque es cierto que estoy viendo por las redes un domingo de ramos muy light, me imagino que consecuencia del frío.
Hasta que no descubrí los blogs hace 8 años no tenía ni idea de la importancia que se le da a estrenar a lo grande en este día en determinadas partes de España, principalmente en el norte. Por lo que respecta a Málaga, que es lo que me toca de cerca y lo que mejor conozco, esta tradición no se estila mucho. A ver, se estrena en domingo de ramos, pero algo simbólico como unos calcetines, unas medias, algo de ropa interior, una rebequita, etc. Pero no se prepara modelito de la cabeza a los pies pensando exclusivamente en este día, quizás cuando la semana santa se adentra mucho en abril si es posible encontrar a niños por el centro estrenando algo de ropita de entretiempo pero nada más.
Nosotros aprovechando que este año se nos han quedado ese par de vestidos sin estrenar, a causa de los malditos virus y del frío tan grande que hemos tenido, para por fin estrenar uno aprovechando también el frío, es más, cuando la estaba vistiendo para irnos a tomar algo estaba lloviznando y tentada estuve de ponerle unos vaqueros, un polar y las botas de agua, pero no, al final ha estrenado invierno en primavera, y me consuela saber que no soy la única que lo ha hecho pues por face he visto que la mayoría habéis estrenado invierno este domingo de ramos.
El vestido de Baja Costura es una monada, en gris con mostaza, de los que más me gustaron cuando salió la nueva temporada, penita que el próximo año casi no le valga y se quede con una puesta, pero este invierno nos ha venido así de torcido y ya no sirve de nada lamentarse, lo importante es ella y que esté bien. Ha pegado un estirón y ha perdido peso también.
Las fotos no son muy allá, pero tampoco ando muy motivada por aquello de enseñaros algo tan a destiempo.
Que rara la veo ya con capota, la verdad es que me gusta más con su pelazo suelto o su coleta alta:
Es una payasa y en alguna foto tiene que hacer de las suyas:
Y eso es todo amigos. Pasadlo bien esta semana santa. Besos. Inma
Y tras contaros brevemente nuestras intensas vidas de mierda en estos dos últimos meses nos metemos de lleno en el domingo de ramos que es de lo que toca hablar hoy, aunque es cierto que estoy viendo por las redes un domingo de ramos muy light, me imagino que consecuencia del frío.
Hasta que no descubrí los blogs hace 8 años no tenía ni idea de la importancia que se le da a estrenar a lo grande en este día en determinadas partes de España, principalmente en el norte. Por lo que respecta a Málaga, que es lo que me toca de cerca y lo que mejor conozco, esta tradición no se estila mucho. A ver, se estrena en domingo de ramos, pero algo simbólico como unos calcetines, unas medias, algo de ropa interior, una rebequita, etc. Pero no se prepara modelito de la cabeza a los pies pensando exclusivamente en este día, quizás cuando la semana santa se adentra mucho en abril si es posible encontrar a niños por el centro estrenando algo de ropita de entretiempo pero nada más.
Nosotros aprovechando que este año se nos han quedado ese par de vestidos sin estrenar, a causa de los malditos virus y del frío tan grande que hemos tenido, para por fin estrenar uno aprovechando también el frío, es más, cuando la estaba vistiendo para irnos a tomar algo estaba lloviznando y tentada estuve de ponerle unos vaqueros, un polar y las botas de agua, pero no, al final ha estrenado invierno en primavera, y me consuela saber que no soy la única que lo ha hecho pues por face he visto que la mayoría habéis estrenado invierno este domingo de ramos.
El vestido de Baja Costura es una monada, en gris con mostaza, de los que más me gustaron cuando salió la nueva temporada, penita que el próximo año casi no le valga y se quede con una puesta, pero este invierno nos ha venido así de torcido y ya no sirve de nada lamentarse, lo importante es ella y que esté bien. Ha pegado un estirón y ha perdido peso también.
Las fotos no son muy allá, pero tampoco ando muy motivada por aquello de enseñaros algo tan a destiempo.
Que rara la veo ya con capota, la verdad es que me gusta más con su pelazo suelto o su coleta alta:
Es una payasa y en alguna foto tiene que hacer de las suyas:
Y eso es todo amigos. Pasadlo bien esta semana santa. Besos. Inma
1 comentario:
Pues yo la veo muy mona y el vestido es ideal. Lo q no me gusta es la semana santa en marzo, prefiero en abril con buen tiempo
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