Preschool

Aprovechando que estamos resacosos y perreando de la cama al sofá y del sofá a la cama os enseño nuestros preparativos para el cole. No nos falta detalle.
Ay mi linda bebé, que en horas dejará de ser un bebé para ser una preescolar. Como me va el dramatismo, como a toda buena madre que se precie, llevo unos días con un pellizquito en el estómago, tengo ganas de llorar y sé que mañana cuando atraviese la puerta de su clase, esa en la que seguro va a ser muy feliz, yo lloraré. Lloraré de emoción porque ni en mis mejores sueños fue mejor, pero también lloraré de nostalgia, esto está pasando demasiado rápido. Esta mañana a las seis ya estaba despierta pensando y sé que esta noche voy a dormir poco. No va a la guerra ni mucho menos, pero sé que muchas me entendéis. Mi bebé dónde quedó???? 

Princesa, dime de qué cuento has salido???? Yo me muero cuando os miro, a ti y a tu hermano.

 

 

 

 

Ya lo tenemos todo listo desde hace días, su mochila de la Minnie, se la compré hace mucho, cuando aún era un bebé que no andaba, me gustó tanto que quise que esa fuera su primera mochila, y mira que le han regalado varias después, pero la primera será esa y con esa iniciará su andadura escolar, dentro lleva su botellita de agua y su cajita para sándwiches y fruta de Ladybug por supuesto, el comedero y el bebedero como dice el hermano, un paquetito  de clínex y un pequeño neceser con unas braguitas porque aún no controla bien el tema de limpiarse ella sola el culete:

 

Su material, van a trabajar con proyectos, así que el proyecto de La Prehistoria es el que toca ahora, las regletas para aprender a contar, sumar y restar jugando y un buen cargamento de toallitas:

 

El resto del material lo compra la seño según necesidades de la clase con un dinero que debemos dar los padres, cosa que se agradece, además con lo que sobra se paga un picoteo al final de curso para padres y niños el día de la fiesta y si sigue sobrando dinero se va acumulando para el curso siguiente, aquí está todo controlado.

Por supuesto intentaremos blindar la cabeza de Alejandra a los piojos, tiene pelazo para lo bueno y para lo malo, de hecho estoy obsesionada en que no voy a tener tanta suerte como con el hermano, así que intentaré por lo menos protegerla, por mi parte que no quede, porque sólo de pensar en despiojar esa cabeza me da un pampurrio de los malos. Así que champú y spray Nosa con árbol de té (del que me han hablado muy bien) y aceite de árbol de té 100% puro para para diluir en agua o colonia y echar también, toda protección es poca:

Respecto a la ropa Alejandra no lleva uniforme en preescolar, sólo el chándal oficial del colegio para los días de educación física o de salidas al exterior. Ella hará preescolar en un sitio diferente al que hará primaria, secundaria y bachillerato que sí llevará uniforme entonces. Preescolar lo hará en el mismo cole que su hermano lo hizo (con la misma seño además los 3 años) y luego en primaria pasará a otro colegio bilingue al que va su hermano ahora. Pero tenemos indicaciones muy claras de que vayan con ropa y zapatos cómodos, nada de tirantes, botones, cremalleras o cordones. Y como nosotros somos muy obedientes eso hemos hecho, contamos con un buen cargamento de pantalones con cinturillas elásticas, muchos leggins, chándals, sudaderas y zapatos y tenis con velcro, ante todo su comodidad y facilitar su autonomía para cuando vayan al baño, no olvidemos que tienen 3 años, de hecho, Alejandra ni los tiene aún cuando entre. 

Durante estos meses me he ido haciendo con leggins, sudaderas y chándals muy monos y algo diferentes en diferentes rebajas a unos precios de escándalo, ya lo iremos viendo conforme vaya estrenando, porque se puede ir guapa también con un chándal o una sudadera, os lo aseguro, aún así, estas primeras semanas de colegio en las que aún hace bastante calor por aquí aprovecharemos para que lleve vestiditos, jesusitos y culottes monos al cole.
Para Salva también lo tenemos todo listo desde hace semanas, material y uniformes, ahora ya sólo queda empezar en tres, dos, uno.

Besos. Inma
PD: ya os contaré su primer día de clase como os conté el primer día de su hermano hace justo ahora 6 años, un 12 de septiembre de 2011. Madre mía, qué vértigo, cómo corre el tiempo.