Mostrando entradas con la etiqueta repostería. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta repostería. Mostrar todas las entradas

jueves, 4 de octubre de 2012

Buscando nuevos quehaceres

Soy muy cabezona, además de un pelín perfeccionista en casi todo lo que hago, cuando algo se me mete entre ceja y ceja lo tengo que hacer, a lo que se une que soy muy constante y cuando descubro algo que me gusta no lo dejo a las primeras de cambio y no me canso tan fácilmente, así que no sé si eso es bueno o es malo.
Pues bien, hace casi nueve meses, allá por mi 25 cumpleaños (jajaja, sí, 25 precisamente) hice una lista de propósitos a cumplir a lo largo de este año (y ahora veo que no he hecho casi nada), uno de esos propósitos era dedicarle más tiempo a la cocina y aprender a hacer cupcakes, galletas y tartas. Debo decir que mi relación con la cocina es de amor-odio, hay cosas que me encantan hacer y las hago de lujo (según el marío hasta mejor que mi madre, que ya es de decir, porque cocina de 10), peeeeero hay otras cosas que me aburren y como que no, digamos que aquellas recetillas de andar por casa.
Con la repostería no me he metido en grandes berenjenales, y eso que soy golosa a más no poder, como mucho un flan casero, el bizcocho de siempre, la tarta de tiramisú, la tarta de tres chocolates, la de queso o la tarta de toda la vida de dios de galletas-natillas-chocolate. Pero es que ahora se me ha puesto en el mondongo que tengo que aprender a hacer urgentemente galletas, cupcakes y más variedad de tartas. Primero porque veo recetas por ahí que menuda pinta. Segundo porque creo que me va a gustar mi faceta repostera no descubierta aún. Tercero porque por ahí se ve una de artilugios, moldes y demás historias para hacer estas "cositas" que son una pasada y que tengo que tener en mi cocina sí o sí, y darles utilidad, está claro. Y cuarto que aquí en Málaga hay pocos sitios donde comprar cupcakes por ejemplo y te lo cobran a precio de oro.
Por lo que ya tengo decidido que en lugar de terminar la tesis, prepararme unas oposiciones o matricularme en arqueología, de momento creo que me voy a dedicar a hacer cosas menos estresantes y aprender a hacer tartas sofisticadas para las visitas, galletas divertidísimas para mi hijo y cupcakes para mí, aunque los primeros experimentos sean más bien unos churros reposteros, pero bueno, la perfección se alcanza con la constancia y la práctica en casi todos los aspectos de la vida y la repostería no es menos, de hecho es casi un arte. Por lo que de ahora en adelante me voy a dedicar a recopilar cacharros y recetas y ya veréis, ya veréis....... Igual hasta pongo un blog de cocina.
Ah!!! y cuando termine con la repostería voy a empezar con la costura, y ay mi pobre Tomás, no he empezado ni con una cosa ni con otra y ya le tengo la cabeza como un bombo entre moldes, levaduras, harinas, coberturas, etc., qué le vamos hacer soy muy cansina, lo reconozco y además el pobre sabe que me va a servir de cobaya una vez más en el tema cocina.
Por cierto, hablando de cupcakes, de vez en cuando me pego un caprichín calórico como ayer y me compro un cupcake en la única bakery propiamente dicha que hay en Málaga capital, la tengo junto al trabajo y es un sitio muy acogedor y con cierto aire como muy internacional y aunque no tienen mucha variedad de cupcakes están todos riquísimos, poco a poco los voy probando todos. Ayer me decanté por un cupcake de zanahoria y crema de lima, estaba exquisito y muy esponjoso, de los mejores tal vez, así que no os dejéis engañar por su aspecto "sencillo":
Mi cupcakes de ayer sobre la mesa del trabajo. Sorry, foto mala del móvil
Pero exquisitez y precio elevado van de la mano, y dos "magdalenitas" de éstas como diría mi madre se te ponen perfectamente en casi mil pelas sin café ni nada. Veis como tengo que aprender a hacer cupcakes??? Y claro, invitas a las amigas a tomar un café con magdalenas de estas cupcakes y te sale el asunto por un huevo y con miedo encima a que les de por repetir, casi es preferible llevarlas a cenar porque al final cuenta que las has invitado a café con magdalenas. Así que mejor aprendo que al final es hasta más satisfactorio cuando ves tus churros creaciones salir del horno.
Besos.
Inma