Aunque lo más correcto sería llamarlo excursión. Mis padres tenían programado junto con mi tía una excursión a El Rocío ayer sábado, que a mí ni fu ni fa, precisamente loca no me vuelve, ya estuve una vez allí y lo suficiente para saber que no va conmigo, no le veo la gracia por ningún lado, ni al camino, ni a la aldea, ni a nada, y mira que soy fiestera y bailona, que estuve en el conservatorio haciendo danza flamenca en mis años mozos y creo que mal no lo hago, que no se trataba de una academia de tres al cuarto, noooo, ya había un nivel, pero debo reconocer que esa parte del floclore popular y del famoseo se me escapa al entendimiento. Aunque la devoción y el respeto a la imagen de la Virgen del Rocío es otra cosa muy diferente.
Pero mi padre ha estado esta semana con gota y el pobre no se podía poner ningún zapato, aparte del dolor, claro está, estuvieron esperando hasta el último momento para ver qué pasaba y al tener poca mejoría mi madre me propuso ir al viaje/excursión en lugar de mi padre para no perder el dinero. Así que acepté de muy poca gana pues me apetecía estar con mis dos hombrecitos y por la tarde-noche darnos una vuelta por La Noche en Blanco, que además desde mi trabajo organizamos un evento muy divertido.
Así que a las siete y media de la mañana del sábado ya iba de camino al punto de partida, Tomás al despedirme se reía porque mis ganas/entusiasmo/predisposición y mi cara eran un poema, partimos a las ocho de la mañana y regresamos a las diez de la noche, estuvimos más de ocho horas dentro del autobús entre la ida y la venida (menos mal que íbamos fresquitos), mis pies llegaron hinchados como botas (me preocupa porque nunca se me habían hinchado tanto aparte del embarazo, estoy mú mayó ya), sólo os digo que la media en Huelva y Sevilla eran de más 35º, dios con lo bien que se está en mi Málaga con el mar cerquita y ese levante bendito que nos encrespa los pelos, no digo que no, pero que nos suaviza las temperaturas, no hay punto de comparación.
En El Rocío hacía un calor pa morir por dios y por la virgen, a lo que se suma el polvo (el conocido polvo del camino), tanto trajín para estar una hora en El Rocío, yyyyyyyyyy después a comer que es lo que importaba a muchos, en concreto una mariscada entre otras cosas en Bollullos, la excursión era cara y más pesá que una vaca en brazos pero la comida fue de lujo: mariscada, ibéricos de Huelva, fritura de pescado y fresones de Huelva con nata (los fresones estaban de escándalo, qué cosa más güena madre mía, ayer después del atracón no me los pude terminar, pero hoy me acuerdo de ellos, vaya si me acuerdo). La comida, junto con los compis de viaje y la vista de la Giralda a lo lejos-muy lejos fue sin duda lo mejor, porque soy una enamorá de Sevilla.
En El Rocío hacía un calor pa morir por dios y por la virgen, a lo que se suma el polvo (el conocido polvo del camino), tanto trajín para estar una hora en El Rocío, yyyyyyyyyy después a comer que es lo que importaba a muchos, en concreto una mariscada entre otras cosas en Bollullos, la excursión era cara y más pesá que una vaca en brazos pero la comida fue de lujo: mariscada, ibéricos de Huelva, fritura de pescado y fresones de Huelva con nata (los fresones estaban de escándalo, qué cosa más güena madre mía, ayer después del atracón no me los pude terminar, pero hoy me acuerdo de ellos, vaya si me acuerdo). La comida, junto con los compis de viaje y la vista de la Giralda a lo lejos-muy lejos fue sin duda lo mejor, porque soy una enamorá de Sevilla.
Mis compis de viaje eran de la tercera y cuarta edad (no era un viaje del imserso que conste), creo que la única activa laboralmente era yo, pero eran la mar de salaos, con mucha marcha y con un repertorio de canciones que iba desde el "Ai se eu te pego" o "Un mano arriba", pasando por la copla, fandangos, tanguillos de Cádiz, sevillanas, rumbas, verdiales y malagueñas hasta llegar por supuesto a la Salve Rociera que para eso íbamos a donde íbamos. En resúmen, muchas risas pero muy pocas cabezadas y ni siquiera a la vuelta el calor y el vino hicieron que la "fiesta" decayese. Con este repertorio rodeándome os podéis hacer una idea de la de frases memorables que oí a lo largo del día, qué gracía tienen, yo de viejecita quiero ser como todos ellos. Se me ocurrió decir que porqué no asfaltaban parte de la aldea de El Rocío (no soporto el polvo o la arena y mucho menos tener los pies sucios), por lo menos la parte más transitada y cercana a la ermita del Rocío porque creo que se ganaría en limpieza y comodidad y me salta una de ellas: "niña si se asfalta se pierde el 85% de la audiencia, no ves que el polvo del Rocío es ya histórico, tiene su encanto, forma parte de la cosa".
Os dejo una serie de imágenes de mi viaje/excursión express al Rocío:
Llegando con un calor pa morirse allí mismo, sobre el polvo del Rocío |
La Virgen del Rocío detrás de la famosa reja, ya está en el trono preparada para dentro de dos semana |
Todo no iba a ser penitencia, tras la visita a la virgen, las peticiones de rigor, mascar polvo y todo eso tocaba un descansito en mitad del polverío para refrescarse |
Un finito mu fresquito pa refrescar cuerpo y mente, va por vosotros!!! a vuestra salud!!! |
Besos.
Inma