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martes, 24 de julio de 2012

23. Mirror/24. A stranger

Ufff la listita de julio qué trabajito me está llevando terminarla y es que hay palabras como mirror, o espejo en spanish, que no me dicen nada y que lo primero que se me viene a la cabeza es que últimamente me miro poco en el espejo, casi nada, con lo que yo era, y muchas veces me espanto de las cejas que llevo, por poner un ejemplo,  y le digo al marío que por favor cuando me las vea muy del tipo Macario que me avise, please, que es lo mínimo que puede hacer por mí. Pero la cosa va a cambiar, me lo propongo firmemente.
La palabra de hoy es "a stranger", un extraño, podría contar una historia rocambolesca con final aún más rocambolesco de unos conocidos nuestros que te lleva a pensar que mucha gente vive de apariencias únicamente, dando una imagen falsa y que cuando se descubre el pastel te das cuenta que realmente son extraños y esa imagen que ofrecen nada tiene que ver con la verdadera realidad y es que este mundo está lleno de gente muy rarita, muy extraña, pero mucho, mucho. Pero esa es una historia que afortunadamente nada tiene que ver con el entorno que quiero y me importa y me voy a centrar en hablar de una de las cosas que más me gustan: la moda infantil, pero voy hacer una reflexión en voz alta, así que allá voy:
Me he quedado muerta con la nueva colección de Carmen Taberner para este otoño-invierno, es espectacular, en niñas como siempre es insuperable, y en niños pues es una pasada, peeeeeero, por mucho niño mono de unos 3-4 años que nos pongan en el catálogo, por muchas ganas locas de salir corriendo y comprar todos los conjuntos porque son DIVINOS y por mucho que tú pienses para tus adentros tratando de convencerte tontamente porque sabes que ya no le va "pues a mi niño le podría quedar igual de bien pese a tener ya 4 añitos", no nos engañemos, el punto en niños tiene una edad, es como los jesusitos en las niñas, más allá de los tres años como que no, el niño se ve rarito, extraño, a mí personalmente me pasa, teniendo en cuenta además que mi Salva es muy larguirucho, de patas muy largas y de verdad que ya el invierno pasado con 3 años y medio ya no me cuadraba el traje de punto (pantalón corto + rebeca) en él, y a penas pude poner uno muy mono también de Carmen Taberner que compré en las rebajas del invierno anterior.
Con esto quiero decir a las madres de niños de entre 6 meses y dos años y medio que se aprovechen y que pongan todos los conjuntos de punto que puedan a sus hijos en invierno, y si es de Carmen Taberner mejor que mejor porque tiene un punto de lujo, pero más allá de los dos años y medio o de los tres ya no están tan bien, aunque claro, hay casos en los que igual el niño no es muy alto y le queda bien, que mi hijo tenga una constitución y ya no le peguen ciertas cosas, no significa que tenga que pasar a todos, pero sí a la gran mayoria, habla la voz de la experiencia (jajaja, es que soy una mujer con experiencia) y no hay que olvidar que ya tienen una determinada vida social e ir muy diferente al resto ya no les hace tanta gracia, ya no tenemos unos bebés, eso no significa que con 4 años haya que desterrar el pantalón corto, noooo, y es que pueden ir igual de estilosos con otro pantalón corto de otro tipo que no sea de punto y otra rebeca o jersey más acorde a su edad y circunstancias.
De todas formas os dejo con lo nuevo de Carmen Taberner, nos conformaremos sólo con mirar:
Personalmente este es el conjunto que más me gusta de todos, tanto en niño como en niña, y creo que el de niño me gusta tanto porque es el menos infantil de todos, y como pienso siempre en lo que le puede ir a mi hijo, creo que este no le quedaría muy mal, es decir, no parecería con él que lo quiero llevar aún de bebé
Señores fabricantes, si hacéis ropa para un niño de 4-5 años porfa no hacerla ni muy de bebé ni muy de mayor, encontrar el punto medio anda, por el bien de las madres de niños locas por la moda infantil, ponedlo fácil OK?.
Me despido por hoy, menudo pegote. Besos.
Inma 

jueves, 22 de marzo de 2012

Cambiando la forma de hablar (reeditado)

Que la maternidad te cambia la vida no hay que dudarlo, a mí me la cambió para muchísimo mejor en un sentido más espiritual que otra cosa, pues sigo haciendo casi las mismas cosas de antes, las mismas rutinas, los mismos comportamientos, la misma forma de vivir, solo que ahora tengo a un personajillo a mi lado al que tengo en cuenta antes que nada y que nadie, únicamente, y que me hace una compañía y que me llena como jamás nadie lo ha hecho. Me siento plena con él, quizás porque mis otros campos de la vida ya eran y son totalmente satisfactorios y cuando todo va más que bien no reparas en ciertas cosas.
De las poquitas cosas palpables, tangibles, por llamarlo de algún modo, que he tenido que cambiar con mi maternidad ha sido mi forma de hablar. Cuando me relajo, en plan coloquial, soy de decir algunos tacos, tacos normales, que tampoco blasfemo y que por favor los "puristas" de los buenos comportamientos no se echen las manos a la cabeza, que no soy una camionera ni nada por el estilo y mis padres me dieron una educación exquisita de la que hago gala. Tengo un compañero con muchísimos premios y reconocimientos a nivel internacional tanto en pintura como en literatura que siempre me dice que soltar tacos no es malo, él los suelta a porrillos y la gente más culta y preparada que conoce lo hace muchísmo en plan coloquial, no evidentemente cuando están dando un discurso o una conferencia. Con lo cual me deja muy tranquila, debe ser que a más preparación, más tacos salen por la boca. Además no me fio de las personas que siempre intentan guardar las apariencias, después son las peores.
Tomás siempre me ha reprochado este comportamiento, me dice que no me pega, él es de muy pocos tacos, consecuencia directa del ambiente represivo en el que se educó por culpa de las estúpidas creencias religiosas de su madre, ya que decir tacos suponía/supone casi un pecado mortal y normalmente es cosa de católicos pecadores poco temerosos de dios (como yo), vamos una chorrada más. Así que este plan tenemos, bueno teníamos, que ya soy buena y bien hablada desde hace poquito por lo menos delante del niño, con deciros que una de las primeras palabras que el niño dijo por su boca fue "hostia" y lo decía perfecto, y mira que la suegra no lo censuró, pues otras veces hablando en plan coloquial con ella se me escapaba algún co... (piiiiii), algún jod..... (piiii) o alguna mier..... (piiii) y se ponía pálida del espanto, pero cuando el niño dijo "hostia" delante de ella me dijo: "para mí la hostia no tiene ningún valor, no es nada, pero para ti, que eres católica, lo debería de tener" Zas, en "toa" la boca, por chulita que eres Inma, ahí "tan dao".
Así que cuando el niño empezó a hablar me planteé seriamente dejar de decir mis pequeños taquitos pues ya sabemos que son monitos de imitación y no quiero que nadie cuestione su educación y menos un extraño que igual no sabe lo que es la educación o el saber estar, simplemente porque no me da la real gana. Y además os puedo decir que salvo "leches" u "hostia" mi hijo no ha soltado por su boca un taco, al contrario de lo que he venido observando en otros niños de su edad, más chicos y más grandes. Es más, alguna vez se me ha escapado un taco sin querer delante de él o lo ha oído en la tele y lo ha reprochado con un "ah no, eso no se dice". Así que comencé a usar de forma coloquial delante del niño palabritas más suaves del tipo: "jopetas", "jolines", "leches", "válgame dios" en lugar de las otras "palabritas". Y más de una vez os aseguró que me he "aturrullao" ante una situación propia de soltar un taco gordo y me he mordido la lengua antes que decirlo delante del niño, porque ya se sabe que cuando se adquiere un hábito y lo hacemos inconscientemente después rectificar sobre la marcha cuesta y mucho y más cuando estamos "sulfurados". Así que en lugar de jod... (piiii) digo "jolines" o "jopetas", en lugar de me cago en la....... (piiiii) digo "válgame dios", en lugar de mier..... (piiii) digo "leches" y así todo.
Pero el niño de tanto oírme "leches" ya lo estaba empezando a usar y lo colocaba perfectamente en la frase/situación y ya no me gustaba eso, así que le dije que "leches no se dice" y ya no lo dice, pero es que yo tampoco lo puedo decir que me regaña y los otros días pasó algo muy gracioso, le digo "Salva quieres la leche?" y me dice "Ah no, mamá leche no se dice" o cuando no hace mucho le pregunté si los gusanos de seda de la clase ya habían hecho los capullos y me dijo "mamá capullo no se dice". Pero es que tampoco puedo decir ya "ay por dios", "vaya por dios", "la madre que te parió" o "jolines", creo que en el fondo sabe lo que quiero expresar, ainssssssssss, pero qué listo e intuitivo es mi niño.  Bueno pues hasta aquí mi historia con los tacos. ¿Vosotros habéis tenído que cambiar algún hábito con la maternidad?
Esta semana además hemos tenido "deberes" en casa, había que buscar fotos de los abuelos de cuando eran niños y cuando eran jóvenes, así como fotos actuales y hacerles fotocopias a todas, así como poner sus gustos, oficios, hobbies, aficiones, anécdotas y demás datos de interés para unos murales que harán, ya que el miércoles que viene tendremos, bueno tendrán, en el cole de Salva "la fiesta de los abuelos", un día dedicado a ellos en exclusiva con diferentes actividades y al que sólo acudirán los abuelos y los nietos. Evidentemente nosotros hemos hecho nuestros "deberes" correctamente para que los yayos tengan su mural como se merecen, porque para mí son los mejores padres y abuelos del mundo:
Por cierto, mi madre está como loca pensando en el miércoles, creo que lo va a disfrutar como nadie.
Besos y que paséis un feliz fin de semana, nosotros tenemos ocupación social, tenemos cumpleaños el viernes y el sábado, vamos una agenda apretadísima, así que nos vemos la semana que viene.
Inma   
P.D: Marina de "Camino de la preparación" está de sorteo en su blog, me parece un sorteo muy original y yo me voy a animar a participar, os animo también, merece la pena, os dejo el enlace a su blog:
  

martes, 15 de febrero de 2011

Es un niño








No penséis que estoy en estado de buena esperanza y os acabo de comunicar el sexo del bebé, noooooooo, que por otro lado tampoco me importaría y aún no descarto la idea de tener otro/a. Esta es la frase que digo varias veces al día (y no exagero) cuando voy con mi hijo por la calle, si os soy sincera no me molesta, me hace gracia, pero creía que conforme creciese pasaría menos, pues es normal que de bebé tan blanquito, pelón, con super ojazos y todo lencero me lo confundiesen con una niña, pero casi tres años después seguimos en las mismas, da igual que lo lleve "larranero" totalmente con picolinas, borlas y demás historias, que al más puro estilo macarrilla-chusmeta-motero-con-chupa-motera-incluida como en las tres primeras fotos de esta entrada.
Como digo da igual que lo lleve más de sport o más "maqueao" le llaman "nena" o "niña" igualmente, entiendo que de Larrana o Nini haya ciertas personas que consideren esta ropa un poco de niñas y les lleve a la confusión, lo entiendo, y entonces yo me pregunto: ¿sólo las niñas pueden ir bien vestidas? Pero es que puede ir en chándal, en sudadera o con vaqueros que lo siguen confundiendo igualmente, y todos terminan diciéndome "perdona hija, pero como es tan bonito y con esos pelos tan preciosos creía que era una niña", y yo me vuelvo hacer otra pregunta: ¿sólo las niñas tienen que ser guapas, y los niños tienen que ser feos además de brutos e ir vestidos de mayor y rapados????????????????????????????????????
A este respecto tengo mil historias que contar, hace unos días lo operamos del frenillo sublingual, pues bien, la médico-anestesista que nos vio los días previos a la operación lo confundió con una niña, llegamos el padre de la criatura, la criatura y yo a la consulta de esta señora, le damos los informes, comienza a leer nombre, sexo, edad, etc., del niño, pasado unos segundos nos mira y nos dice: "bien, ¿qué le pasa a esta niña?", lo de siempre, el padre y yo nos miramos y le decimos que es un niño, y otra vez lo siempre, "es que parecía........" Vale, quien no tenga como ella un informe con todos los datos del niño incluidos tensión y ritmo cardíaco puede equivocarse, pero no ve señora que en el informe pone SALVADOR ??????????????
Otras veces voy paseando por el barrio de mis padres o lo llevo (a Salva) a alguna que otra exposición relacionada con el trabajo donde me topo con gente menos habitual, pues siempre hay alguien que me hace esta pregunta: "Inma ¿tú no tenías un niño?", seguidamente les digo que es un niño, que lo miren bien, a lo que me responden de nuevo: "perdona hija, con esos pelos y esa cara...." Total así andamos, pero de verdad que no me molesta.
Las fotos son de hace unos catorce o quince días, aún no le habíamos recortado la melena, pues ahora la lleva más cortita, pero si os digo la verdad, con el pelo más recortado se le ha puesto más cara de niña. La chupa motera con la que aparece es un regalo de su padrino, que en mis gustos no entra, aunque lo veo gracioso, por supuesto al padre le parece lo más, aunque el "marío" tiene un gusto en el vestir que mejor no hablar porque daría para una tesis, pues su ideal estilístico si lo dejase sería el de rockabilly (jjjjjjjjjjjfffffffffffffffffgggggggggggggggggggggrrrrrrrrrr), sin comentarios.
Así que os dejo a mi gran amor con su chupa y su moto, pues le encanta la velocidad y las motos, supongo que es algo innato al género masculino, y sin embargo para recalcar aún más su condición pues he descubierto que odia ir de tiendas (lo innato al género femenino), cuando salimos a dar una vuelta y entro en alguna tienda literalmente me saca de ella y cuando me ve parada delante de un escaparate me mira, se pone serio y moviendo el dedo índice de izquierda a derecha me dice que "no, no, no", vamos, que ni se me ocurra entrar. Más claro, agua.
Besos
Inma


domingo, 6 de febrero de 2011

Nuestra guerra particular

Nuestra "guerra" particular (de los tres que vivimos en este casa) es con los leotardos, os cuento, a mí me encanta llevar al niño en pantalones cortos, evidentemente en invierno hay que ponerle leotardos (por muy cálido que aquí sea el invierno), porque de lo contrario pobre mío. Bien, cuando el niño me ve llegar con los leotardos en la mano para ponérselos empieza a cambiarle la cara, a recular hacia atrás y a decirme "¡Ay, noooooo pupaaaaaaaaaaa!", a la vez que comienza a darse tirones, supongo que le picarán, y eso que procuro que sus leotardos sean CÓNDOR o GOCCO que son muy suavitos.
A la misma vez, yo, en mis más profundos pensamientos me digo en silencio para que no me oiga el padre del niño "yo tampoco me los pondría ni loca, no soporto leotardos, medias o algo parecido si no es estrictamente necesario, pues a mí me pica todo también". Pero después sale mi otro yo que le dice al niño en voz alta: "te aguantas guapo, mira todas la niñas que van por el mundo con leotardos y no se quejan, así que eso es lo que hay, te guste o no". La verdad es que no sé porque le digo "mira todas las niñas" y no generalizo más, supongo que es por el hecho de que en muchas ocasiones la ropa y el calzado de las mujeres es más incómodo que el de los hombres, supongo que serán cosas del subconsciente que afloran, digo yo.
Y ahora es cuando entra el "padre salvador" en acción (que no se llama Salvador, pero es el padre de Salvador), en defensa del afligido niño: "no se los ponga, no ves al pobre que no los quiere, ponle un chándal o un vaquero, Inma por Dios, que vamos al parque".
Y para terminar de arreglar el asunto, os dejo un comentario de mi padre (pápa, te quiero) que me hace casi a diario al respecto del tema pantalones cortos/leotardos: "al niño me lo vistes de hombre, no le vayas a poner leotardos y pantalones cortos que eso es de ............", efectivamente, lo que pensáis, pero en diminutivo, que conste.
Total que con esas andamos día sí, día también, y esta misma conversación la hemos tenido esta mañana a la hora de vestir al niño antes de salir a tomar el sol y las tapitas. Supongo que la cosa irá a peor el año que viene cuando el niño sea más grande y sea imposible ponerle "cierto" tipo de ropas, pero mientras tanto.....
En la imagen del principio aparece la colección de leotardos de Salva para este A/W 2010-2011. ¿Tenéis vosotros/as la misma "guerra" que yo? Besos.
Inma

viernes, 4 de febrero de 2011

Cuadros escoceses












Los cuadros escoceses son para el invierno lo que los de vichy para el verano, aunque la verdad, los cuadros escoceses no son santo de mi devoción. Lo mío con este traje de LIO LIO fue algo extraño, ya lo había visto por algún que otro blog, aunque no físicamente por las pocas tiendas de Málaga que venden LIO LIO, pero allá por octubre ojeando el blog de la tienda Angelottes se lo vi a un modelo de excepción, el hijo de Clara, que le quedaba divino el suyo y fue entonces cuando me decidí, así que llamé y en dos días el trajecito vino de La Felguera a Málaga y ya era míiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiio.
El trajecito en cuestión es el que aparece en la primera foto, lo combino con calcetines o leotardos verde botella y rebeca verde botella. Las dos siguientes fotos son de mi enano con el traje. Y os voy a contar un secretillo además, la rebeca verde botella de GOCCO tuneada por mí es de ¡NIÑA! ("vaya, vaya, vaya, ya te vale Inma, no tienes bastante con ponerle al niño leotardos, borlas, cosas rosas, picolinas, bombachitos, etc., etc., etc., que además le pones ropa de niña", esto más o menos suavizado por mí es lo que me dirían el "mario", mi padre, mis hermanos, el padrino o todo miembro del género masculino con el que me topo todos los días y existe cierta confianza como para que me digan esto).
La última foto es la versión niña del traje de mi hijo, y aunque el conjunto de mi hijo es muy bonito, este vestido me parece una pasada, me encanta, para mí particularmente ha sido uno de los vestidos más bonitos de la temporada, y como sieeeeeeeeeeeeempre pasa el vestido de la niña es más bonito y más lucido que el del niño, y por el mismo precio (ainssss). Besos.
Inma



martes, 1 de febrero de 2011

Grecas




La entrada de hoy será muy cortita, llevo un día de negociaciones que ni os cuento, todas muy positivas, pero mentalmente estoy saturada con tanto proyecto que afrontar para el 2011.
Los jerséis de grecas son otras de mis prendas preferidas para el invierno, pues creo que no pierden ese toque infantil, además son combinables tanto con pantalones cortos, como con pantalones largos tipo vaqueros o chinos dando un aspecto más "casual" (pero que redicha soy, el/la que me lea pensará que vaya tía más pedante).
Para este invierno hemos contado con dos jerséis de grecas, el burdeos (NANOS) comprado esta temporada y que combino bien con pantalón corto de pana verde (GOCCO) o con pantalón largo tipo chino en camel (SFERA), como puede verse en las dos primeras imágenes, y que además me encantó nada más verlo. Y un segundo jersey celeste con greca del invierno pasado (última imagen) y que le quedaba perfecto este año (¡¡¡bien!!!, pero qué alegría da poner ropa de temporadas pasadas y comprobar que aún le vale) y que combino con pantalón corto de pana en azul marino (GOCCO), camisa cuello mao de rayitas y leotardos celestes. Además ambos jerséis tienen los cierres dispuestos de tal forma que acentúan el toque infantil, pues el burdeos tiene los botones a un lado en la parte delantera y el celeste detrás a lo largo de toda la espalda, y la verdad son toques que, aunque parezcan una tontería, marcan la diferencia.
Eso es todo por hoy en este día taaaaaaaaaaaaaaaaaaaan largo, pero antes quiero felicitar a Nicolás que hoy cumple su primer año, así que Nicolás MUCHÍSIMAS FELICIDADES y recibe un beso muy fuerte desde Málaga.
Besos.
Inma






viernes, 28 de enero de 2011

BOMBACHOS



Este tipo de pantalones cortos, tipo bombachos, me gustan muchísimo, veo a los niños (varones) muy graciosos con ellos, pero hasta cierta edad, en la corta vida de mi hijo he tenido algunos que he amortizado no sabéis cómo. Para este invierno tenemos estos dos que aparecen en las fotos, y creo (estoy segura) que este invierno será una de mis últimas oportunidades para ponerle este tipo de pantalones cortos, que me encantan, pero por mucho que me encanten llegados a cierta edad como que no (entre otras cosas porque no hay talla, ainsss). Así que a las madres de niños os digo que hay que aprovecharse, porque crecen y nos esperan los vaqueros. Sin embargo con las niñas, una vez más, las cosas son diferentes.

Ambos pantalones son realmente de unas tallas más pequeñas que las que mi hijo usa, pero como mi hijo es alto y delgado y ya no lleva pañales desde el verano pasado, pues le quedan bien, siempre se le ha quedado la ropa pequeña por corta, pero nunca por estrecha, así que al tratarse de unos pantalones cortos, muy cortos, no hay problemas.

También debo decir que Salva odia especialmente este tipo de pantalones, debe ser (seguro) por la goma o elástico, que no le aprietan lo más mínimo, es más, el verde incluso le está holgado, pero es vérselos puestos y empezar a darse tirones de los bajos y a "mosquearse" considerablemente. Realmente no entiendo qué le pasa, pero es que últimamente los enfados son tales que me llego a plantear si pornéselos o no.

Os dejo dos fotos de los pantalones en cuestión, el verde botella es de GOCCO, lo combino con una camisa blanca de LARRANA (del año anterior) con adornos en verde botella y camel, al igual que la picolina que también es camel, rebeca camel de CARMEN TABERNER (hay que ver qué partido estoy sacando a esta rebeca) y leotardos camel de GOCCO.

El pantalón gris es de NANOS (también del año pasado) y lo combino con camisa blanca básica de cuello mao, rebeca roja de YOEDU y leotardos grises.

Espero que os guste. Besos.

Inma





sábado, 22 de enero de 2011

Tarde de inauguración de exposición con niño que se aburre






Ayer viernes 21 de enero desde el trabajo inauguramos una exposición colectiva con más de cincuenta artistas que van desde la figuración a la abstracción, yo por mi labor en la empresa participo activamente en todo lo relacionado a las exposiciones (y lo que no son exposiciones también). Total que decidí ir a la inauguración con el marido y el niño (anda que yo), era a las 19:30 horas, así que allí me planto con ola de frío incluida que empezaba a notarse, con el niño vestido para la ocasión, es decir, como a mí me gusta, pero no al "marío" , con sus consiguientes protestas, ya que si por él fuese el niño iría siempre con el chándal del R. M., etc., etc. LLego al sitio X, y el jefe no se queda atrás, cuando me lo ve llegar (al niño) me dice:"Anda hija, vaya si eres decimonónica" (por la forma de vestir del niño), siendo la palabra decimonónica muy empleada por el jefe que es muy moderno para referirse a todo lo clásico o antiguo.

Sigo adentrándome en la sala de exposiciones, saludo a gente, gente que ve al niño y que evidentemente quieren conocerlo, saludarlo, decirle algo, y niño que decide que esa tarde va a ser arisco (con lo simpático que normalmente es, o por lo menos a mí me lo parece, ya que para cada madre su niño es el más-mejor), que no quería estar allí ni "atao", que no quería que nadie le hablase, tampoco quería que nadie me hablase a mí, nada más quería calle, calle y más calle.

Siempre que he podido lo he llevado a exposiciones, para que se me convierta en un chico culto, es cierto que cuando era más pequeño era más bueno, pues no le quedaba otra que estarse en el cochecito, pero ya es más independiente, sabe muy bien lo que quiere y lo que no quiere, y lo que no quiere es salir de casa y meterse en un sitio lleno de gente adulta a la que no conoce, donde no hay ningún niño con el que jugar o poder correr.

Así que la próxima vez , me voy yo solita, por lo menos hasta que el niño comprenda un poco, me tomo mi cervecita tranquilamente, charlo, veo a amigos o conocidos sin tener que dejarlos con la palabra en la boca porque el niño está tirando de mí. Llegó incluso a dar alguna que otra patada al aire en un intento de dársela a alguien más pesado de la cuenta según su criterio (el del niño) y poner pose de Hulk en un intento de intimidar, supongo. Aunque parezca gracioso nada de esto me gusta y se lo tengo que ir haciendo entender.

Por cierto, desde mi punto de vista el niño iba muy guapo, una vez más digo que como a mí me gusta. Os dejo tres fotos, en la primera llegando al lugar expositivo (un edificio antiguo precioso remodelado para hacer exposiciones de arte contemporáneo), la segunda foto es en casa momentos antes de salir y en la tercera foto os muestro la indumentaria del niño para esta ocasión (abrigo camel de punto de Pili Carrera, pantalón corto de pana en marrón oscurro de Gocco, camisa de Larrana con picolina en marrón oscuro y botones y bordados en verde, rebeca camel de Carmen Taberner, leotardos camel y botines marrones de ante).

Eso es todo. Besos.

Inma