Hoooola-holita, ya estoy de vuelta, tampoco han sido muchos días, los suficientes para descansar un poco y engordar otro poco más. Ya he vuelto al curro, qué depresión más grande y además a lo bestia con muuuuuuucho trabajo, y al que tenía ya de por sí se han sumado de sopetón una conferencia que debo dar en la universidad a los futuros doctores en arte sobre abstracción geométrica y una visita guiada que me han pedido que por favor haga los de Fundación Unicaja, y claro está, todo eso hay que prepararlo. Mientras, el enano ya está con los nuevos horarios, no le quedaba otra, entre mi vuelta al trabajo y que el padre está esta semana de mañana también pues a madrugar que le toca para ir a casa de los yayos, de todas formas así va preparándose ya que en una semanita el cole llega (por fiiiiin).
Eso sí, he vuelto al trabajo con todos los deberes hechos: compra semanal realizada, máxime cuando a la vuelta mi despensa, mi nevera y mi congelador daban pena-penita-pena; tooooodos los trapos de estos días ya están limpios y en su sitio; mi casa está al día y límpia como patena, como a mi me gusta, tras una limpieza general que he ido haciendo a trancas y barrancas a lo largo de agosto y que me ha costado hacer este año más que nunca, serán cosas de la edad pienso yo; la cajita del sorteo ya está de camino a Motril para ser recibida por la ganadora; y el armario del pitu está listo para la vuelta al cole. Ahora, he vuelto al curro cansada como yo sóla, por qué será?
Nuestros días de retiro han sido estupendos, mucho comer, mucho beber, mucho estar tumbados y algún que otro masaje y paseo nocturno junto al mar, tanto relax es que aburre de verdad, y mientras más probamos este tipo de vacaciones más nos convencemos que nos gustan las otras, la de mochila, zapato cómodo y caminar y caminar durante horas, viendo plazas bellísimas, museos de quitar el hipo, comiendo en cualquier sitio cuco la comida típica de cada lugar o descubriendo barrios emblemáticos, por lo menos en algo coincidimos el Tomate y yo, para que después diga que no compartimos nada. Es lo que tiene vivir junto al mar y un verano que dura siete meses, que no lo aprecias como es debido, porque sabes que está ahí para cuando quieras.
Pero claro, estas vacaciones están pensadas para el niño, el cual se lo ha pasado pipa, ha hecho amigos de varias nacionalidades, y si el año pasado era el simpático Andrés su inseparable, este año ha sido la preciosa y rubia Carla (creo que le gustan rubias, ainsssss), fuera de casa sigue comiendo igual de mal que hace un año, pero bueno, ya estoy yo que lo devoro todo en su lugar. Os digo también que estoy al día de casi todo porque os he leído desde el móvil del esposo mientras estábamos en la piscina, en la playa o mientras mis dos chicos se pegaban una buena siesta y yo me dedicaba a mis menesteres, que no eran otros que leeros. Y también me he quemado, yo que soy anti-sol, pues los últimos días he salido de debajo de la sombrilla y pensando "es sólo un ratito, para qué me voy a poner crema pringosa, además llega septiembre y se acabó la playa y la piscina" pues toma, estoy salmonete perdida, estoy tan coloradita que reluzco en la oscuridad y me confundo con uno de esos guiris achicharraos que andan por mi ciudad.
Y cambiando de tema, la boda del sábado perfecta, la novia guapísima, el novio bastante menos, no es muy agraciado que se diga, no sé qué ha visto el pivón de la sobrina en él (es que es verdad-verdadera y así os lo hago saber), pero bueno, como se dice la belleza está dentro y con la guapura no se come, la ceremonia muy bonita, el almuerzo en Las Pedrizas una pasada porque además se celebró donde Tomás y yo celebramos nuestro banquete de bodas, qué de recuerdos, así que el éxito estaba más que garantizado, mi niño precioso de Laquinta, el padre del niño y tío de la novia también guapísimo, y yo pues más gorda, es lo que tienen seis días en un TI rodeada de ensaladas ricas, pasta, pizzas, hamburguesas, helados, tartas, postres varios, cóckteles, sangrías, cervezas, bacardis-limón....... y muy poca voluntad además, aunque también iba bastante mona con mi look bodil low cost y con mi pelo extra-super- lacio, ya que mi prima A (que hace el papel de la hermana que me falta) me dijo "no vayas a la pelu que yo te paso las ghd", y voilà más barato imposible, después hacemos números.
Tomás, tan gracioso él, no hacía más que recordarme que no iba a entrar en el vestido que me había dejado preparado para la boda y que al final entré en él sin problemas, aunque todo eso pasa factura y encima la comilona descomunal de la boda en Las Pedrizas que ya era la puntilla a tanto devorar, pues me hacen estar muy "hermosa" la verdad. Por cierto, los novios a estas horas ya deben estar en el maravilloso París, ainsssss París.......
Antes de despedirme hasta la próxima quisiera hacer una reflexión, cada vez me planteo más la posibilidad de que Salva salga mucho menos en el blog, realmente no sé quién hay detrás, vale que en el 99´99% de los casos sois todas mamis adictas a la moda infantil como yo sin otro interés que pasar un buen rato, peeeeero qué pasa con ese resto indefinido? Últimamente lo veo todo muy raro en la blogosfera, unos juegos que no me cuadran, mucha maldad, maniobras para despretigiar a otras personas como mandar comentarios robando la identidad de otra persona porque los anónimos ya no son suficiente y así se hace doblemente daño, algunas trolas que se ven a leguas y ufff me da yuyu todo esto. Yo quiero ante todo seguir pasándolo bien con mi blog y eso es lo que deberíamos hacer todos. Es cierto que yo doy muy pocos datos de nuestra vida privada y que cuento una mínima parte y casi todo muy superficial y siempre he dicho que nuestras vidas son mucho más que trapos, salidas o compras afortunadamente, así que de ahora en adelante Salva saldrá menos, seguiré contando nada o casi nada de nuestras vidas, o por lo menos nada de aquello que nos pueda comprometer, aunque eso sí, siempre con la verdad por delante, por favor no inventemos, si no tenemos nada interesante que contar pues mejor estar calladitos, digo yo.
Ufffff, vaya carrete tengo madre mía, para despedirme unas fotuquis del mozo donde apenas se le ve la cara, tengo cientos de estos días, pero lo dicho lo mantengo, por lo menos por ahora:
 |
Aprovechando que el hotel tenía salida a la playa pues hemos bajado bastantes ratitos, la playa es siempre mejor que la piscina, aunque venga emborrizadito en arena y yo le tenga una adversión (a la arena) que pa qué |
 |
Otro ratito playero, el pobre se entretiene con cualquier cosa, arriba la imaginación. Y sí, vuelve igual de blanquito, pero es que Vichy factor 50+ para niños es buenísima, me puedo echar a dormir con esa crema que el niño ni coge color y por lo tanto no se quema y su piel está protegida, porque como dice mi dermatólogo "la piel tiene memoria y con el tiempo te recuerda los excesos" |
 |
Preparado para la boda, en casa antes de salir. Ay qué grande está mi niño ya, aquí hago una excepción y os muestro al niño un poquito más, pero ya está |
 |
El principito en un momento de timidez con su "hermosa" mamá que estaba más contenta ella, primero por sus pelos extra-super-lacios, y es que por dos días perdí de vista mis pelos de oveja, y segundo por su look bodil low cost total donde zapatos, vestido, pendientes y tocado sumaban 36 € redondos, el bolso de mano no cuenta porque realmente es la funda de unas gafas y el abanico pericón pintado a mano tampoco porque fue un regalo, ea pa que luego vengan a hablarme de ajustar presupuestos |
 |
Y os dejo con mi nueva taza, el domingo estuve en el Dunnes Store y me traje esta taza para que me alegrase los desayunos de la vuelta al trabajo y a la rutina, y qué mejor que los lunares para ello. |
Besos.
Inma