Ayer jueves tocó tarde/noche cultural, se inauguró una importante exposición colectiva de la cual yo soy la comisaria en uno de los espacios expositivos más bonitos de Málaga. Evidentemente tocó arreglarse un poco más de la cuenta y como casi siempre me acompañaron el marío, el niño, mis padres y algunos amigos a los que invité personalmente.
De Salva os puedo decir que medio se comportó, estuvo más tiempo dando carreras en el hall de entrada que dentro de la exposición. El padre tuvo que dar más de una carrera y cogerlo al vuelo porque se venía conmigo al atril, y como siempre, terminaron en la calle, por lo menos el rato que estábamos hablando y presentando al público la exposición. Y es que mi hijo tiene la habilidad de ponerme nerviosa, os pongo en situación, yo muy seria, ante el público y con las autoridades, mirando por el rabillo del ojo como a lo lejos el niño está saltando, dando carreras y llamándome con toda la guasa del mundo. Os podéis hacer una idea. Eso me pasa por querer meterle el gusanillo del arte y por querer hacerlo un chico culto desde muy niño. Eso sí, hubo ciertas obras a las que en su paso fugaz por la sala de exposiciones dedicó unos segundos ante ellas. Aunque vete tú a saber qué se le podía estar pasando por esa cabecita loca que tiene. De todas formas yo me lo como.
Pero Salva una vez más llamó la atención, creo que una de las cosas más bonitas que le han dicho proviene de un compañero pintor, que por cierto también forma parte de esta exposición y cuya obra ha sido adquirida además por la institución pública que avala dicha exposición, pues bien J. M. G. G. cada vez que ve a mi hijo me dice que es "muy plástico", tened en cuenta que es un artista plástico y entre nosotros empleamos un lenguaje determinado, y claro, yo que sé el significado me pongo "gorda" del orgullo, no lo puedo evitar.
De la exposición os puedo decir que es todo un éxito y que estoy encantada con el resultado final, totalmente actual, contemporánea y con primeras figuras que van desde la figuración a la abstracción y todos, desde los propios artistas, pasando por las autoridades y la crítica me han felicitado, esta misma mañana he respondido a varias llamadas y a varios correos que lo hacían. Por lo demás a mí me sigue provocando el mismo respeto hablar en público que la última vez que lo hice no hace mucho, es algo que no supero y que voy a tener que hacer algo al respecto porque si no mi carrera de ministra peligra seriamente (jajaja).
Aquí el elemento ante un muro de cristal en el hall de entrada del espacio expositivo donde inauguramos, a su aire y haciendo de las suyas:
Total terminé de fregar sobre las cuatro y media, me tumbé un rato y me quedé dormida unos minutos, pero los suficientes para levantarme con un mal cuerpo increíble (dormir la siesta me sienta fatal). De verdad que si yo no hubiese sido la comisaria de la exposición ayer tarde no hubiese salido de casa para nada. Pero había que "emperifollarse", dios qué pereza. Me pongo a pensar qué me pongo, más o menos ya tenía pensada mi indumentaria desde hacía días, pero ya la veía muy veraniega y a última hora cambio, una chorrada de las mías ya que en Málaga aún hace un calor horrible, después decido ponerme unos pantalones camel de vestir con una blusa azul petróleo muy mona con un cinturón ancho de ante camel sobre la camisa, vuelvo a cambiar y me pongo este vestido parisino de hace algunos años, así que mi look ayer tarde era otoñal total (¿tal vez por cómo me encontraba?), con los taconazos negros que vaya si joden bien y mi colgante de mariposa cortito sobre el pecho:
Mientras decido qué ponerme se me echa la hora encima y a las seis de la tarde comienzo a arreglarme: ducharme, peinarme, maquillarme, sólo pensar que tenía 90 minutos para hacerlo todo y plantarme en la sala de exposiciones me estresa aún más. Menos mal que mientras tanto el marío se encarga de dar de merendar y arreglar a Salva. A las siete y media estoy puntual en el sitio como muy bien había quedado con el jefe y las autoridades. Presentaciones, intercambios de criterios e impresiones sobre la exposición, saludos y más saludos, enhorabuenas y a las ocho en punto comienza el espectáculo: discursitos, fotos, más presentaciones, saludos y enhorabuenas, copa, dolor de pies insoportable, etc., etc., etc., el padre (hasta los huevos) y el niño por un lado, yo por otro, decido que mi papel de comisaria de la expo ya ha terminado y nos venimos para casa sobre las nueve y veinte, cena para el chavalín y a las diez y cuarto ya estaba en la camita con maquillaje y todo, muy satisfecha y muy contenta con el resultado de mi trabajo, pero física y mentalmente agotada.
¡¡¡Ah!!! una exposición de características similares a ésta de ayer inauguré también como comisaria 16 horas antes de mi boda un 19 de noviembre de 2004. ¡¡¡Una locura totaaaaaaaaaaaaal!!!
Os dejo algunas imágenes de la exposición de ayer, están tomadas cuando ya me iba para casa, no se ven muy bien las obras expuestas, pero ya no tenía ganas de volver hacia atrás y hacer fotos, es para que os hagáis una idea más que nada:
Besos y que paséis un buen fin de semana, yo me voy ahorita mismo a limpiar el polvo (ya sabéis es viernes y en mi casa los viernes se limpia el polvo).
Inma