De flamenca by Tita Lore

Mi Loreto me tiene muy mal acostumbrada, pero mucho, mucho. Aparte que tiene que soportar mis conversaciones de moda infantil y que le enseñe mil y un modelitos, aparte de todo eso, ella encima "fomenta" el vicio. 

Como si no fuese suficiente con los arrullos, las capotas y los cubrepañales, los tuneos de ropa de Salva para Alejandra (enlace) y de demás regalos con los que suele agasajar a la enana, ahora le ha hecho su primer traje de flamenca, con flor incluida y para ser su segundo vestido "de gitana" lo ha hecho perfecto, no me quiero imaginar cuando lleve unos pocos y los haga con los ojos cerrados, jajaja.
Yo creo que toda niña, andaluza o no, debería tener un traje de flamenca al menos una vez en su vida, incluidos tacones, los tacones que no falten por diorrrr de mi arma y de mi corasón, no conozco niña a la que no le guste. Las andaluzas tenemos la inmensa suerte de poder disfrutar de estos trajes desde bien pequeñas porque dicho sea de paso, es el único traje regional considerado de alta costura y no hay mujer a la que no le favorezca y realce su belleza, es sumamente favorecedor. Yo he tenido la inmensa suerte de poder tener muchos, pero muchos muchos, desde bien pequeña, además hice danza clásica flamenca, con lo cual la pasta gastada por mis padres en trajes de este tipo ha sido considerable, siempre tenía el último modelo, porque como alta costura que es, el traje de flamenca avanza con la moda y los tiempos. Tengo que hablar con la madrina de Salva, que además de doctora en Historia del Arte es también profesora de danza flamenca, para que me pase algunas fotos de cuando bailábamos con 15 o 16 años y yo pesaba 50 maravillosos kilos, o bueno mejor no, que me deprimo, mejor no ver nada.
Sin ir más lejos, ayer por la puerta de mi trabajo vi pasar a una pequeña guiri acompañada de sus padres que estaban haciendo turismo (iban achicharrados, cámara y plano en plano). La niña de unos 6/7 años llevaba un horroroso vestido de flamenca negro y rojo puesto sobre su ropa, de esos vestidos que se compran en las tiendas de souvenirs del casco histórico (y también en los chinos), de esos que las autóctonas no nos pondríamos ni locas, pero la niña iba feliz de la vida, saltando y dando vueltas con su vestido de flamenca y los padres detrás encantados grabándola. Son escenas de esas surrealistas que se viven a diario en mi ciudad plagada de guiris.

Pero volviendo al tema, no me he podido resistir y ahí la tenéis, fotos malas e improvisadas, pero para que os hagáis una idea de cómo está con el pack completo para flamenquear: vestido cortito floreado, culetín, volantes, madroños y flecos (que está empeñada en comérselos) y fló en to lo alto la cabeza:

La que mejor ha salido de entre muuuuuuchas:

La sonrisa de malona de mi gitana, qué arte tiene:

Liada con la pinza de la ropa que fue con lo que se entretuvo unos segundos mientras la retrataba:

Enseñando braga, es poco fina la nena:

Es muy dulce esa mezcla de rosa y celeste, a mí me encanta y estoy como loca con el vestido. Aquí sin relleno lo vemos mejor porque la petarda de mi hija no se está quieta, para distraerla mientras le hacía las fotos le tuve que dar una pinza de la ropa, encima peleándose conmigo y con los flecos, yo que no se los lleve a la boca y ella más cabezona que se los quiere comer, los días que se lo ponga para la feria le voy a tener que dar un bollo y un paquete de gusanitos para que se distraiga y no se pegue un atracón de flecos. 

El conjunto al completo:

Más cerquita para ver mejor el vestido:

Aún más cerca para ver los volantes que tienen mucho aire, el aire es algo muy importante para un traje de flamenca, un traje de flamenca sin aire es nada, el aire es como el garbo, la gracia, un algo abstracto difícil de explicar de lo que las andaluzas entendemos mucho: 

No falta detalle, trae hasta su braguita y su flor:

Mi querida Loreto es una artistaza en mayúscula; porque además de coser divinamente, es muy culta, pinta genial, escribe mejor (tiene un libro escrito), ha hecho sus pinitos con la escultura, es una manitas y una gran decoradora. La que nace artista, le da a todos los palos, como debe ser. Se puede pedir más???? Graciasssssssssss.
PD: os dejo con una foto mía de cuando empezaba a bailar con 5 tiernos añitos y con uno de lo muchos vestidos de flamenca que tuve:

Besos. Inma