Frases memorables que no podemos olvidar

Ya os comenté aquí la reacción de la gente al conocer que lo que venía era niña y no niño como en un principio se creía, la mayoría mostraron mucha más efusividad y alegría ante la noticia que cuando se suponía que era niño porque todos pensaban (equivocadamente) que yo quería niña. Que conste que ahora no la cambio, que aunque en un principio deseaba niño por aquello de que fuese un clon de su hermano, en el fondo me daba igual viniese lo que viniese, pero sano y completito por dios.

Para ser justa debo rectificar, porque a esa "gente" a la que me refiero son mujeres, porque la verdad, los hombres pasan un poco, bastante, de este tema, y en el fondo son más simples, sinceros y pragmáticos que nosotras que nos complicamos mucho la vida y no podemos callarnos por nada del mundo. Aunque es cierto que en el fondo toda mujer que vaya a ser o haya sido madre, aunque tenga sus preferencias, en el fondo le da igual venga lo que venga, total se va a querer con locura.

Pero bueno, como somos complicadas hacemos nuestros comentarios, no lo podemos evitar, así que como soy muy conocida, en parte por mi trabajo anterior y por este de ahora, y en parte por todas las amistades de mis padres, pues raro el día que no me tope con alguien que me vea embaraza y que no lo supiese, y ya empiezan las preguntas de rigor, la primera evidentemente es la típica: ¿Qué es niño o niña? Es niña, y ya empiezan los comentarios de todo tipo, algunos memorables dignos de ser enmarcados, os dejo unos cuantos:

-Ay qué suerte, digo niña, te ha tocado la lotería, digo el atino que habéis tenido, estaréis muy contentos, ya tenéis la parejita, no te ibas a quedar sin niña.

Frase típica y de las más repetidas, yo por educación les comento que sí, que estamos muy contentos, pero realmente estamos contentos porque queríamos un segundo hijo y un hermano para Salva, no creo que por ser niña nos sintamos más afortunados que si hubiese sido niño, afortunados ya nos sentimos por todo en estos tiempos que corren.

-Verás qué diferencia hay entre niño y niña.

Engggggg???? En serio me lo dices???? Que pasa que las niñas son mejores????  (esa es otra, viene a continuación). Salva es cariñoso, inteligente, guapo, bueno, sociable, simpático, disfrutón de la vida, para mí lo tiene todo, para mí es perfecto, tiene el listón muy alto y sólo espero que su hermana sea la mitad de lo que él es. De hecho no conozco niña que lo supere, lo siento pero es así, y hasta hace bien poco lo confundían con una niña por esa cara tan hermosa y dulce que tiene.

-Las niñas son mejores
Eso sí que no lo entiendo lo coja por donde lo coja, pero claro me lo dice una mujer, sí somos mejores en manipular y en ser retorcidas, eso no lo dudo.

-Qué valor, un segundo niño cómo está la vida, ahora que ya tenéis a este sacado de culero volvéis a empezar con pañales, malas noches y el desembolso que un niño chico supone.

Ennnggggggg???? Y me lo dices tú que has tenido dos (y hasta tres) niños???? En serio????? Ni que te fuera a pedir el dinero a ti para comprar pañales o lazos. Y manda huevos la cosa cuando antes de estar embarazada tooooodo el mundo me animaba a tener otro y no dejar a Salva solo. 

-Ahora con la niña te quitarás el deseo de lazos y vestidos.

A ver esta frase la aplico yo a aquellas señoras que creen que tener un hijo varón es llevarlo siempre en vaqueros o chándal cual pandillero nada más salir del materno, que vestir bien y bonito sólo es aplicable a las niñas y a los niños se les pone lo primero que nos encontremos pegue o no. Pues miren, con Salva ha sido y es muy gratificante vestirlo, siempre adecuado a su edad y siempre como a mí me ha gustado, más que si hubiese sido niña, porque vestir bien a una niña es fácil con un poquito de gusto que se tenga pues hay mucho, pero un niño ya no lo es tanto sin caer en lo vulgar o en lo repollúo, extremos en los que cae la mayoría. Nunca he sentido la necesidad de una niña para saciar mi gusto por la moda infantil, pero claro, ahora que voy a tener una niña evidentemente voy a abusar de vestidos y lazos, si a su hermano no lo llevo de cualquier manera a ella tampoco, eso sí sin caer en los excesos que últimamente estamos viendo con tanto lazo, puntilla y volantes hasta para ir a la playa, no olvidéis que menos es más.

Pero la mejor frase de todas, todas, todas, es la que me dijo mi vecina de abajo, la mujer vive en Granada capital y sólo viene en periodo de vacaciones, el otro día coincidimos en el ascensor y me dijo que acababa de ver mis cordeles llenos de pijamas y cositas en color de rosa, que qué bien que iba a ser niña y me soltó lo siguiente:

-Con una niña nunca te faltará un plato de comida.

Y se quedó tan tranquila. Cierto es que los niños cuando se casan suelen hacer más caso a sus mujeres y las familias de sus mujeres porque nosotras por regla general mandamos en todo, somos manipuladoras y tiramos de ellos y estamos más pendientes de nuestros padres, pero yo en mi padre, mis hermanos o mi marido no he visto eso, y espero que Salva siga el ejemplo. Tener niña no me asegura un cuidado en mi vejez, ese pensamiento ya está muy antiguo, ante todo ella tiene que hacer su vida y tanto su padre como yo no queremos ser un estorbo para ella ni para su hermano. Conozco hombres buenísimos con sus padres y mujeres que son unas perracas para los suyos. Eso nunca se sabe lo que te va a tocar. 

Y bueno ya estamos en la semana 35, mis noches son muy malas, no sé cómo colocarme para no asfixiarme, no sé de qué manera voy a colocar el barrigón que lo domina todo, yo no duermo y el pobre Tomate tampoco, se va muchas mañanas a bregar con los hijos de la Gran Bretaña en blanco, pero bueno que lo padezca él un poquito porque también ha contribuido en el asunto o no?? Mi apetito sigue siendo nulo, cosa que me viene genial, porque delgada lo que se dice delgada no estoy, no me apetece ni el chocolate, así que como dice el marío "ya estás mal para no querer ni chocolate" y mi madre el otro día me trajo un palmerón de chocolate blanco relleno de kínder que me ha durado 4 días en la nevera, increíble, cuando eso antes duraba una tarde. Y lo mejor de todo es que mis pies que parecían se iban a hinchar sin retorno en un momento dado, han vuelto a la normalidad, que dure, que dure, porque era lo que me faltaba.

Mañana toca de nuevo revisión en la consulta de alto riesgo, supongo que ya será la última antes del parto, estoy deseando ver cómo va la gorda, que según otra vecina que me vio ayer va a pesar 4 kilos por lo menos, directamente me muero. El martes empiezo los cursos de preparación al parto, van a ser menos clases que con Salva pero más concentradas y en breve también comenzaré con los monitores. Ya está el nido limpio por finnnnnnnn, qué larga se me ha hecho esta limpieza general, al armario de Alejandra no le falta un detalle y la vuelta al cole de Salva que será en tres semanas también está lista, en mi estado no me podía dejar el tema cole para última hora.

Regreso al trabajo el día 1, sí, habéis leído bien, quiero estar activa hasta última hora, en mi caso es lo mejor, así no pienso en contracciones, vías y demás historias terroríficas, solo espero romper la bolsa en mi casa y no en la calle como me pasó con Salva, voy a regresar al trabajo de 37 semanas, serán días esporádicos y a mi ritmo, marcando yo el horario, pero mi trabajo no es al uso, no es un trabajo normal y allí estoy como una reina, la verdad, además mi padre o Tomás se encargarán de llevarme y recogerme todos los días para no tener que coger el bus. Con Salva estuve hasta la semana 40 trabajando, a ver ahora cuánto aguanto, de todas formas la persona que me sustituirá ya estará conmigo todos los días y está preparada para quedarse sola en cualquier momento. Como veréis yo no soy de las que se inventan una ciática para darse de baja a los tres meses, que las hay que las conozco, y claro así va el país, y no es por criticar, pero las conozco y sé lo que digo.
Besos.  Inma