Abrigos Granlei

Hoy hablamos de abrigos de punto. Así que por un lado están los abrigos de punto y por otro lado están los abrigos de punto de GRANLEI, no hay color ni comparativa alguna, no sé qué tienen los gallegos para la moda, y muy especialmente para la moda infantil, que bordan todo lo que tocan. 

Me encanta la ropa de punto para los bebés, entendiendo por bebés cuando contamos su edad por meses, 1 mes, 3 meses, 6 meses, 12 meses, 24 meses. Faldones de punto, ranitas de punto, pantaloncitos cortos de punto, vestiditos de punto, conjuntitos de punto y sobre todoooooo abriguitos de punto, me rechiflan y siempre tenemos varias prendas de punto para el invierno.

Los abriguitos de punto me encantan y son mis preferidos para los bebés, y no sólo por lo estilosos que están, también por lo cómodos que van. Salva tuvo su primer abrigo de punto en su primer invierno cuando aún no tenía un año, era celeste con capota y de Granlei, a su paso hacía girar cabezas y un día en ECI hasta nos dieron el contacto de una agencia de modelos, una jefa de allí se nos acercó y sin más nos dio el teléfono, nos quedamos todos boquiabiertos e hinchados de orgullo como un pavo. Pero no, no llamamos. Alejandra tuvo su primer abriguito de punto con tres meses regalo de Papá Noel en crudo y con capota, cierto que en este abrigo no reparé mucho, le valdría unos meses sólo y encima siempre iría dentro del capazo tapada, pero este invierno tendrá un abrigo de punto Granlei, como dios manda.
Cuando mi madre me dijo qué regalar a Alejandra para el cumple inmediatamente pensé en ese abrigo camel con capota de Granlei que tenían las chicas de Prebebé en la tienda y del que me había enamorado. Ya conocía los abrigos Granlei por ese que tuvo Salva y que también fue regalo de mis padres. Granlei tiene un punto superior, no hace bolas, se quedan impecables las prendas, además el punto es muy apretado y tupido en sus abrigos, nada de un punto suelto y calado que no abriga, y lo más importante es que sus abrigos tienen un forro interior de punto también, lo que te da la seguridad de que tus niños no van a pasar frío. En cuanto a calidad, diseño y funcionalidad no hay quien les gane, cierto que tienes que pagar más, pero se da con los ojos cerrados porque sabes que estás adquiriendo un abrigo que no tiene comparación a otros abrigos de punto.
Al final me decanté por el camel, me va con el 99% de su ropa, es precioso por delante y por detrás, con un corte sencillo, elegante y clásico que no pasa de moda, sé que es un abrigo que voy a amortizar bastante y aunque es una talla 12 meses es amplia, mínimo dos inviernos me va a valer seguro, y si no lo tuneamos para que así sea, las cosas valen muy caras y cuesta mucho ganar el dinero para dar largas tan rápido, así que pagar más por algo de calidad está más que  justificado en este caso. Conformaros con ver de momento el abrigo sin la modelo, hace tanto, pero tanto calor, que ni probarlo apetece:
Por delante:

Por detrás, la capota es ideal:

Más arriba os he hablado de la calidad y de un estilo clásico que no pasa de moda de los abrigos Granlei; mirad el abrigo de Salva, impecable y totalmente actual 7 años después, lo guardé por si tenía otro niño y cuando supe que era niña me resistí a darlo porque creo que en más de una ocasión se lo pondré también a Alejandra:

Cuando se lo ponía a Salva iba muñeco total, no dejaba indiferente a nadie con esos ojazos que se le ponían del color del abrigo:

Besos. Inma