jueves, 8 de septiembre de 2016

La habitación del chavalín

El pasado mes de julio os enseñaba la habitación de Alejandra AQUÍ bajo el título LA HABITACIÓN DE LA CAMA DE FORJA ROSA, y como lo prometido es deuda en aquella entrada, hoy os enseño la del chavalín. Os lo digo de entrada, la habitación no es nada del otro jueves, es más funcional y práctica que otra cosa y hemos tenido que renunciar a muchas cosas con el fin de aprovechar al máximo el poco espacio con el que contábamos. De entrada se nos presentaban varios problemas a los que buscar soluciones:
-tema seguridad, vivimos en un 7º piso (con vistas ideales, jjajaja, es que lo tengo que decir) y antes de nada había que poner una reja de seguridad en la ventana pues la cama va justo debajo;
-poco espacio, es la habitación más pequeña de la casa con diferencia, pero es lo que hay, con lo cual a buscar soluciones; o te vas a las afueras a un casoplón con más espacio, o vives casi en el centro y cerca del mar en un piso normalito, o yo urbanita de pro, prefiero lo segundo, para mí no hay color, el campo para quien lo quiera, a mí flus que me da repelús;
-muchas cosas que meter, incluido un escritorio que era necesario sí o sí y que en un principio no cabía.

Os he dicho que es la habitación más pequeña de la casa con diferencia, entre otras cosas porque tiene un enorme armario empotrado del suelo al techo, con más de tres metros de largo y con el doble de fondo que otro armario convencional. Con lo cual la capacidad de almacenaje se duplica con este armario y evidentemente yo no me he querido deshacer de esta ventaja para ganar unos centímetros de ancho a la habitación, no compensa.

Así que el armario empotrado se quedaba sí o sí, armario en el cual invertí un perraje considerable en renovar cuando compré el piso, pues cambié interior y exterior, pero respeté el espacio de almacenaje que tenían los antiguos dueños. La vitrina de cristal de Ikea se quedaba también, ya que contiene parte de sus ejércitos de Warhammer 40.000, de sus naves de Star Wars de Lego y de otras muchas cosas que sinceramente no sé que son.

De la antigua habitación sólo nos trajimos la cama nido, pero del cabecero forrado nos deshicimos, estaba de él hasta las narices, muy bonito pero muy poco práctico a la hora de limpiarlo y es que nunca más cabeceros de tela, lección aprendida. En su lugar encargamos a un carpintero un cabecero hecho a medida en melamina blanco de líneas muy rectas en consonancia con los cuatro estantes de pared modelo Lack de Ikea (110 cm de largo cada uno), estantes con los que hemos ganamos casi cuatro metros y medio de espacio para poder poner taaaaaaaannnntos juguetes que estaban esparcidos por la otra habitación.
 


Los problemas más importantes que se planteaban en esta habitación (que era anteriormente de todo un poco, vestidor-cuarto de la plancha-trastero-despacho) eran poner una reja de seguridad en la ventana pues vivo en un 7º, reja que evidentemente hemos puesto antes que nada y poner un escritorio, Salva ya lo necesitaba, así que renuncié a la mesita de noche en favor de un escritorio. Pero el escritorio lo necesitábamos de un ancho concreto. Miré por muchos sitios, incluido Ikea, pero nada, ese ancho no se encontraba. Al final tenía pensado encargar a un carpintero un escritorio a media, peeeero una mañana cayó en mis manos un catálogo de Carrefour (bendito Carrefour, le hago la ola) donde aparecía un escritorio con el ancho justo que necesitábamos, fuimos por él en menos de cinco minutos, y bingo!!!!!! venía perfecto. Así que por 17 € nos encontramos con un práctico y funcional escritorio con las patas de aluminio y el tablero de resina blanco muy resistente (para vuestra información hay de otros colores) a juego además con la silla de Ikea, como veis la mesa escritorio está perfectamente integrada en la habitación.

En cuanto al store cambiamos el anterior muy desgastado ya por uno nuevo exactamente igual de persianita en color azul; dejamos la antigua lámpara del techo (azul también); pusimos una lamparita nueva en el escritorio, también azul de Mini Home de ECI; pintamos la habitación de un gris muy suave; rescaté una antigua colcha gris de boutí y coloqué cojines en rojo coral y azul también de ECI. Y con una antigua camiseta que ya no nos valía pero pero que nos encantaba de Pepe Jeans con la bandera de la Union Jack hice otro cojín DIY (fácil de hacer: metes relleno y coses cuello, bajo de la camiseta y filos de las mangas y listo cojín original). Como veis el colorido es ya más acorde a un chico mayor, lejos del celeste y el blanco que primaban en su antigua habitación.

Cuando llegue el invierno sustituiré la colcha gris de boutí por una funda nórdica de Star Wars cuyos colores van genial con los cojines y con el resto de la decoración, así que no sólo funcionalidad, también practicidad en tiempos de crisis.
Pusimos algunos cuadros de su antigua habitación, colocamos todos los juguetes en los cuatro metros y medio de estantes, colocamos la guirnalda de luces led de Star Wars (Primark) de forma más o menos chula sobre el store y colocamos entre el el armario y la pared del fondo un estante para libros y material de clase (de Ikea) en un tono muy parecido al armario para integrar.


Como veis en esta habitación todos los huecos están aprovechados al máximo, hemos conseguido meter un escritorio y hemos intentado que la capacidad de almacenaje sea mucha teniendo en cuenta lo reducido de la habitación. Funcionalidad, practicidad y almacenaje ante todo, misión cumplida. Besos. Inma  

3 comentarios:

Maria dijo...

Muy chula pero esos estantes los tiene mi hijo igual de repletos y para limpiarlos me dan sudores jjjjj

Maria dijo...

Muy chula pero esos estantes los tiene mi hijo igual de repletos y para limpiarlos me dan sudores jjjjj

Anónimo dijo...

Está bonita, pero creo que es un error dejar al mayor esa habitación taaaannnn pequeña. Acumulan muchos juguetes y material de estudio.Yo le hubiera puesto a el la grande y cd en unos años no tenga juguetes y sus estudios vayan todos en PC ya darle esta tan pequeña y la nena pasar a la grande