jueves, 14 de abril de 2016

Memorias de aquel segundo embarazo

Estos días me ha dado por repasar el blog, hay entradas de las que ni me acordaba, yyyyy este repaso me ha llevado a "revivir" mi segundo embarazo, ese que "padecisteis" todas conmigo. Y es que hace dos años por estas fechas ya estabais todos aguantando mis quejas, lo reconozco, me puese muy quejica y achacosa. Parece que todo eso fue ayer y han pasado ¡¡¡2 años!!!
El segundo embarazo se vive diferente, muy diferente, pasas de muchas tonterías e historias y te vuelves más práctica en algunos aspectos. También pasa más rápido y hay días que ni reparas que tienes una barriga a cuestas. Y también tienes más miedo, muuuuuuuucho más miedo, vamos el "miedo, tengo miedo" viene que ni al pelo, por lo menos en mi caso, no hubo un día en el que no pensase en el tan temido parto, parto en el que se cumplieron todos mis miedos al terminar en una cesárea de urgencias por la posición transversa de la chica, que previamente estuvo de nalgas hasta la 38 y luego oblicua. Ahí con dos, haciendo lo que le venia en gana desde antes de nacer. Pero es que mi primer parto tampoco terminó mejor, terminó también en quirófano con unos forceps porque el chavalín venía de cara y eso que tuve una dilatación rápida y "casi" sin dolor. Tócate la peineta. Así que pensar en un tercer parto me da muuuuucho miedorrrr.
Si eres primeriza, qué ilusas somos, vives con ilusión la llegada del parto, hasta lo idealizas y vas con alegría al matadero y todas esas cosas. Pero con el segundo los niveles de acojone son importantes cuando atraviesas la puerta del hospital llegado el día D. No digo ná y lo digo tó.
También puedo prometer, y prometo, eso de que no hay dos embarazos iguales. Mis dos embarazos han sido muy distintos, partiendo del hecho de que el primer embarazo lo pasé en otoño-invierno y el segundo en primavera-verano, y eso en el sur es tela marinera, vivir un embarazo en verano es algo indescriptible, aún recuerdo mis visitas en alto riesgo cuando decía a las enfermeras y médicos que me diesen algo para poder tirar cada día y todos me decían lo mismo: "es verano, paciencia". Sí paciencia, pero hubo momentos que lloré de impotencia al no poder tirar con mi alma, sin fuerzas ni energías, hasta respirar me costaba y si hacía algo era a rastras y porque veía y eso sin contar las noches en blanco. Pero mereció la pena, muuucho, todo se olvidó al ver su cara, esos meses tan malos, esa noche del parto/cesárea tan malita también, esos primeros días sondada y con vía cogida sin poderme mover de la cama y aguantando gracias a las benditas drogas :

Con Salva tuve un embarazo asintomático, pero asintomático completamente, Salvo un par de problemillas a los 7 meses, todo lo demás fue coser y cantar. No supe lo que era tener un vómito,  una náusea o un ardor, nada de nada. Era más feliz que una lombriz, tenía una hambre atroz y por las mañanas me levantaba con tanto apetito que si me hubiesen puesto una vaca la hubiera comido. Con Alejandra pasé casi por todo, menos vomitar, pero las fatigitas del primer trimestre no me las quitó nadie, con un apetito cero los 9 meses, con decir que cogí sólo tres kilos en todo el embarazo. Además fue un embarazo de alto riesgo gracias a ese gen mutante tan "gracioso" que padezco y que me hace ser tendente a las tromboflebitis, y esto me llevó a estar metida durante 11 meses en un bucle constante de pinchazos diarios de heparina, analíticas, ecografías, mañanas enteras en el hospital del hematólogo al gine y del gine al endocrino y demás. Os puedo decir que casi me hice un doctorado en heparinas y trombofilias. Preguntar lo que queráis. Jajajaja.
Casi con 5 meses
Los deseos de repetir hijo tras un primer embarazo y un segundo embarazo son también muy diferentes. Tras tener a Salva tuve muy claro que tarde o temprano repetiría, es más, llegó un momento en el que veía una barriga y envidiaba a su dueña. Sentía esa necesidad interior. Ahora tras el segundo embarazo ya no, personalmente tengo mi cupo maternal cubierto, y lo teníamos tan claro que a la hora de la cesárea pedí la ligadura, el que a los ocho meses nos dijeran que venía de nalgas y que la cosa terminase en cesárea posiblemente nos ayudó a plantear el tema de la ligadura con tiempo. Ahora veo una barriga y me compadezco de la pobre dueña, jajajaja, pobre criatura.
A puntito de cumplir los 9 meses
No sé si algún día volveré a sentir esas ganas irrefrenables de volver a ser madre, de todas formas ya no puedo así que me tendría que joder en el caso que me entrasen, pero no creo, de momento cero-patatero de ganas de barriga y me imagino, soy mucho de imaginar como buena acuario, que para cuando me entren esas ganas locas ya estaré metida en una pre-menopausia (tengo mis muchos años eh) o directamente menopáusica y para entonces mi cuerpo y mi mente, que para eso el organismo es sabio, o eso dicen, ya pasará de relojes biológicos y milongas parecidas y estará en otros menesteres propios de la edad.
Hoy por hoy no me han quedado ganas de un tercer embarazo, ni de un tercer parto y ni mucho menos de una tercera búsqueda, que en mi caso se puede decir que han sido las peores partes. Con Salva estuve así como año y medio buscando, y aunque nunca lo expresé lo pasé mal de pensar que tal vez nunca podría ser madre y arrastré ese miedo durante algunos años después. Pero llegó. Con Alejandra estuve 9 meses justitos buscando, en un principio me propuse no agobiarme, pero me agobié otra vez, la edad iba en mi contra, llegados a una edad los meses casi cuentan como años, exagerada, pues sí, pero es la verdad, pero es que además tenía a un mico de 5 años recordándome a diario que quería un hermano como todos sus amigos, y eso, eso no ayuda a la causa, ni mucho menos a que te relajes. Total, que me terminé rallando igual o más que en la primera búsqueda en esas ansias de querer dar un hermano a mi hijo, porque el niño además se había inventado un hermano imaginario.  Y yo ilusa otra vez pensando que la segunda búsqueda me la tomaría con tranquilidad porque ya era madre y si venía bien y si no pues no pasaba nada porque yo ya tenía a mi niño bonito y já!!!!!!! Un pimiento. Volvemos a caer en las mismas neuras.
Besos. Inma

2 comentarios:

Chus dijo...

Eres una crack, me encantas, no sabes cuánto me he identificado contigo en esta entrada y lo que me he reído de paso. Yo tengo dos hijas, y sinceramente tras la segunda mi cupo también está cubierto y de miedo ni te hablo.
Sigue así, eres de lo mejor, tus niños son preciosas, me encanta como los llevas y aunque nunca comento siempre te leo desde hace mucho porque siempre consigues sacarme una sonrisa y por cierto me encantó padecer contigo ese embarazo.
Chus

Inma (Málaga) dijo...

Chus muchas gracias por tus palabras, siempre os digo que os manifestéis porque me gusta saber quién lee nuestras cosas. Jajajaja, yo creo que lo del susto va parejo al segundo embarazo porque ya sabemos a lo que vamos. Un beso y mil gracias. Inma