Servilleteros DIY

Me gustan las manualidades, y el punto de cruz, aunque últimamente no tenga tiempo ni de depilarme las cejas o quitarme el bigote, parezco la hermana pequeña de Frida Kahlo, así que mucho menos para bordar o ponerme a hacer otras cosas. Tenía pendiente dos tareas, la primera hacer a punto de cruz un cuadro para la futura habitación de Alejandra donde apareciesen sus datos de nacimiento: fecha, hora, peso, medida, etc. A Salva le regalaron uno precioso a modo de azulejo y a ella se lo quería hacer yo, dicho cuadrito es muy sencillo y está en proceso, ya os lo enseñaré, porque le tengo hasta el marco comprado. Hay a quien le relaja hacer dulces, bizcochos o tartas y a mí hacer punto de cruz, te mata la vista, que por cierto veo fatal últimamente, pero engorda cero calorías. Pero con la Mari Fló cualquier intento de hacer algo, lo que sea, medio serena es imposible y cuando duerme yo caigo antes que ella, terminas de los nervios y se me pasa el tiempo sacándola de la ducha, de la despensa donde se empeña en beberse el cristasol, quitándola de la fregona o del váter, quitándole la escoba porque con ella en la mano va decapitando a su paso todo, quitándola de las macetas que se empeña en deshojarlas, cerrando y ordenado cajones, etc., etc., etc. Presumía yo de su excelente flora intestinal, pues la pobre ha estado todo el finde que se iba de varilla, no me extraña porque todo lo toca y luego manos o lo que sea a la boca.

La segunda tarea era hacer unos servilleteros a juego con los platos de mi vajilla de "bonito y días de guardar" que es de Pórtico y tiene unos corales marinos pintados a mano en rojo coral evidentemente, así que cuando vi por la red unos servilleteros hechos de conchas y caracolas de momento supe que los quería y que los haría. Evidentemente yo los he versionado a mi manera.

Necesitamos (para 12 servilleteros):

-12 conchas

-un rollo de cordel de yute (el más finito) 

Manos a la obra:

Hacemos con ayuda de un berbiquí un pequeño agujero en la concha por el que pasar la cuerda y listo, la cuerda para que enrolle sin problemas a la servilleta y podamos hacer un lacito detrás debe tener 60 cm más o menos.

 Doblamos la servilleta como más nos guste y anudamos con un lazo por detrás.

Resultado:

Para mí divino, porque como os he dicho, son los servilleteros ideales para mis platos, conchas y corales y todo al tono respecto a los colores.

Fácil, barato y muy resultón. Por cierto, los salvamanteles, el blanco plastificado y troquelado y el de vichy rojo también son otro DIY mío, os los enseñé AQUÍ hace dos años ya.
Besos. Inma