Facebook y yo, una relación de amor-odio

Y mira que yo no quería Facebook y me lo hice casi sin ganas hace algo menos de dos años, pero me terminó enganchando, muy a mi pesar. Ha terminado quitándome tiempo de estar con mis hijos y mi marido, tiempo de descanso, tiempo de seguir formándome en mi carrera, tiempo de ver una película o simplemente no hacer nada, tiempo de hablar cara a cara con los amigos. Y la culpa es solo mía por dejar que invadiera un terreno que no debía. Hace un par de semanas sin ir más lejos quedamos a comer sin niños con unos amigos, pues bien, mientras comía entré la tira de veces a mirar Facebook, y lo más triste es que la mayoría hacíamos igual, preferimos interactuar con otros a kilómetros de distancia a hacerlo con el que tenemos a un metro y eso me fastidia. Tentada estuve de colgar la foto de mi plato de comida china, pero no lo hice, me pregunté a quién importa si estoy comiendo sushi, tallarines, pollo con almendras y rollitos de primavera ahogados en salsa agridulce todo en el mismo plato. Además subir la foto implicaba seguir estando más pendiente a facebook. Así que con las mismas que eché la foto la borré.

Cierto que gracias a Facebook he podido entrar en contacto de nuevo con gente muy encantadora que conocí cuando empecé el blog y a las que perdí la pista con el paso del tiempo por varias razones y que con Facebook las volví a reencontrar. Cierto también que he conocido a gente estupenda, pero muy estupenda, pero también es cierto que me he pillado más de un caldeo y me he metido en historias tontas que no te llevan a ningún lado. Con lo pragmática y sensata que yo soy conmigo misma y me veo haciendo estas cosas y no me gusta ni mijita. 

Que cierto es ese dicho que dice "cuidado con lo que deseas que se puede cumplir ", no hace muchos días deseé no haber tenido nunca Facebook, entonces vivía más tranquila, y mi deseo se cumplió, Facebook se puso cabezón y quiso que mi perfil DECELESTE YCHOCOLATE se convirtiera en página, página que no sé cómo gestinar porque no puedo entrar, era un buen momento para pasar de él, sin embargo sentí un malestar, una gran desazón, parecía que me hubieran comunicado una grave enfermedad y eso me jodía doblemente, me jodía lo que me acababa de hacer Facebook y me jodía sentirme así por algo tan banal como es Facebook.
Ahora tengo un nuevo perfil, tras otro defectuoso con el mismo nombre que duró dos días, ahora me voy a tomar las cosas con calma infinita, se acabó estar todo el día en face, un ratito y listo, para mí lo primordial en las redes sociales es mi blog y face servirá para promocionarlo, punto pelota. Se acabó tomarme historias a pecho, se acabó. Esos dos días que he estado sin face mi teléfono ha permanecido todo el tiempo con batería, antes no duraba ni 24 horas, cada noche tenía que cargar.
Lo verdaderamente importante lo tengo de puertas para adentro, mis hijos, mi marido, mis padres, mis hermanos y sus familias y mi trabajo, si ellos están bien yo también y mi vida afortunadamente es muy plena y no gracias a Facebook, Facebook es sólo un entretenimiento, de ahí no debe pasar, si lo pienso no he perdido tanto, sólo me ha dado mucha pena perder todos los comentarios que dejasteis cuando os comuniqué que Alejandra acababa de nacer ese 29 de septiembre de 2014 por lo emocional que implica, gracias a dios las fotos las recuperé todas, porque si Facebook es algo es banal, pasajero y muy caprichoso, con lo cual se acabó Facebook para noticias importantes, os las daré en el blog, Facebook quedará para eso, para banalidades.
1 de septiembre, año nuevo, vida nueva, así lo quiso Facebook y así lo quiero yo.
Besos. Inma