martes, 16 de diciembre de 2014

Busca las 7 diferencias

Y yo que quería un niño para que fuese un clon de su hermano y me salió niña, completamente diferente al hermano y con una personalidad de aúpa, la antítesis en casi todito, para lo bueno y lo malo. Mientras escribo esto la tengo dormida junto a mí, con sus posturas y sus ruiditos, y pienso que no puedo ser más afortunada. Dos meses y medio con nosotros y ya no me acuerdo de mi vida sin ella. 
1. Físicamente: son bastante diferentes aunque en principio no lo parezcan. Barbilla, frente, ojos, nariz,  boca, todo es diferente, quizás lo más llamativo sean los ojos, en Salva megaojazos verdes, en Alejandra preciosos ojos más rasgados en un color aún indefinido. Pero aún así me parecen guapísimos cada uno con lo suyo.  En cuanto a tipo si que se parecen,  pues ambos son muy altos y delgados, y en la piel también,  ambos muy blancos y con la piel atópica, con lo cual barata tampoco me va a salir, el dermatólogo va a seguir haciendo caja con nosotros.
2. Comida: Salva comía infinitamente mejor, en ese aspecto era más regular,  sin embargo Alejandra tiene días,  días que se lo come todo en un abrir y cerrar de ojos y días que son desesperantes en los que tiramos más que se bebe y claro, no pierde peso pero tampoco engorda lo que debería. Así que es proporcional lo poco que ella come y lo mucho que yo como por la ansiedad que esto me provoca. Mi esperanza es que cuando toque la cuchara la cosa mejore.
3. Llanto: Salva no lloraba nada, y cuando digo nada es nada, le oíamos llorar de vacuna en vacuna,  así que cualquier niño por poco que llorase ya lloraba más que él.  Alejandra no es que sea llorona, llora lo normal en un bebé, pero es muy rallante cuando lo hace, llora con cojones y en comparación con su hermano pues ya me diréis, mal acostumbrados que estábamos, además es mucho más protestona, en eso se parece a la mare que la parió.
4. Brazos: Salva era totalmente antibrazos, le era imposible quedarse dormido en los brazos y no le gustaban nada los achuchones con besos y abrazos, de hecho aún sigue igual, en cambio a Alejandra le encantan los brazos, sus mejores sueños los echa en brazos,  por ella estaba todo el día en brazos y eso de que le achuchen, la abracen o le den besos, cuanto más sonoros mejor, le requetencanta y claro está, nosotros nos aprovechamos, es infinitamente más mimosa.
5. Bocanadas: Salva hasta los 13 meses era de echar muchas bocanadas, empalmaba una toma con otra echando, con lo cual nunca lo veía limpio y siempre tenía que ir cargada de ropa entre otras cosas para que el olor a cabrales no nos invadiera. Alejandra en cambio apenas echa,  menos mal, porque con lo regu que come sólo me faltaba eso.
6. Espabilamiento: ambos son muy motivados y risueños y duermen genial, pero Alejandra es infinitamente más espabilada que el hermano,  supongo que influye el que sea niña y el que cuente con la motivación extra del hermano al que no le quita ojo de encima cuando lo tiene delante.  La señorita apunta maneras,  y de qué forma,  ni os lo imagináis.
7. Ropa: para una amante de la moda infantil la diferencia en cuanto a variedad entre niño y niña es más que evidente, para desgracia de mi bolsillo, para las niñas hay de tooooodo y en tooooodos los estilos, algo que en niños no pasa, además después te encuentras con los comentarios de la gente, en las niñas no importa cómo vayan de repollonas, con los niños ya surgen los comentarios dependiendo del estilo por el que optes.
Lo siento, es un post sin foto,  pero ando sin tiempo, en el próximo que os hablo de regalos,  reyes magos y amigos os prometo muchas fotos.  Feliz martes, ya casi estamos en navidad, yuuuuuupiiiiiii. Besos. Inma 

2 comentarios:

Elena (tirsalago.blogspot.com) dijo...

T entiendo perfectamente, a mi me pasa igual, cada uno tiene lo suyo, pero es cierto que las niñas se hacen notar más y más si son las segundas.
Preciosa navidad te espera este año con los dos.
Mil besos.

Opiniones incorrectas dijo...

Tienes razón en que en el tema niñas no se meten tanto, parece que si van clásicas es porque es así, pero si un niño no va de vaqueros y camiseta ya lo estás "amariconando". ¡De pena!

Qué risa, el otro día mi mejor amiga dijo que los nombres de nuestros hijos son incompatibles con ir de chándal jajajajajaja

Besosssss

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