jueves, 13 de marzo de 2014

Porque hay días y días

El miércoles de la semana pasada, una semana antes de su fecha, decidimos hacer la gran fiesta de cumpleaños de Salva por varios motivos, había que cuadrar muchos horarios de imprescindibles y yo además esta semana tenía una semana complicada con tantas revisiones y visitas al Materno donde pierdo la mañana entera, así que decidí adelantarlo, pese a que no me gusta, para hacerlo con tranquilidad y disfrutar el día. 
La noche antes nos dejaron las llaves del local de bolas y dejamos para la mañana las últimas compras, entre ellas las tres tartas para las casi 70 personas que nos íbamos a juntar a celebrar el cumpleaños del rey de la casa. El día amaneció precioso, prometía y estábamos dispuestos a disfrutarlo, pero pronto se torció. 
Tomás saca el coche del aparcamiento y lo deja en una esquina mientras hacemos las últimas compras antes de llevarme al curro, cuando vamos el joputilla de la grúa se lo había llevado. Indignación, cabreo y todas esas cosas, antes de sacar el coche del depósito decidimos pasar por la comisaría que tenemos junto a casa para denunciarlo, pese a que un amigo que es poli local nos recomendó que no. Finalmente no ponemos denuncia pero yo me cago en el alcalde de Málaga, aunque hubiese tenido la deferencia de habernos casado, en el PP entero, en la policía local entera y en el de la grúa que desde esa día está en el congelador por cabroncete. Antes de venirme les hago saber que para policía de verdad, la guardia civil y la nacional, el resto no merece la pena ni mucho menos mi respeto, una que es así de chula. Siento mucho si hay algún poli local por aquí,  pero tengo amigos y familiares que lo son y ellos saben lo que pienso porque ya me encargo yo de repetirlo cada vez que los veo.
Pagamos los 87 € y sacamos el coche del depósito, no sin discursito a los que allí trabajan otra vez. Tomás y yo decidimos olvidarlo y disfrutar el día de nuestro hijo, total es mero y puerco dinero, y con esa actitud positiva me deja en el trabajo mientras él aprovecha el día libre para renovar el carnet de conducir. 
Llego al trabajo, voy al baño y horror había manchado, empiezo a llorar como las locas, a ponerme en lo peor y llamo a Tomás para que me recoja y me lleve a urgencias, el pobre tardó ni 5 minutos en aparecer con la cara descompuesta. Su idea era llevarme directa al Materno, pero le digo que no, que a casa primero que me tengo que lavar lo que ya sabéis. Su respuesta "pero cari si te has duchado a las 8 de la mañana y son las 11". La mía "no importa, me tengo que lavar otra vez". Los hombres no entienden estas cosas. Vamos a casa, me ducho otra vez y pitando para urgencias con la llorera a cuestas.
Me toma los datos una enfermera, la tensión que va un poco alta, como para no ir y la temperatura pues además tengo décimas, la cual al verme llorar sin consuelo y tener que oír nada más entrar por la puerta "ay qué mala suerte, con lo mayor que soy y el trabajito que me cuesta quedarme embarazada, que era mi última oportunidad y encima hoy celebramos el cumpleaños de mi hijo que lleva días contando los que faltan para su fiesta y yo no puedo hacerle esto", intenta calmarme por todos los medios, tanto que es así que se levanta, me abraza y me da un beso y me dice que todo va a salir bien,  que cuando me vaya le diga qué me han dicho los doctores. Jamás podré agradecerle ese abrazo, esa empatía que tanto se agradece en esos momentos.
Al ratito me ven dos doctores muy jóvenes e inexpresivos, eso sí, totalmente efectivos que es lo que importa, me exploran y me hacen una eco y ahí fue donde vimos por primera vez al "peillo" latir con fuerza, todo iba bien,  se trataba de residuos que van quedando y el cuerpo elimina, de hecho no he vuelto a manchar más, que haga mi vida normal sin hacer grandes esfuerzos y que me vaya a celebrar el cumpleaños de mi hijo. Qué alegría tan grande, dos días después volvimos a verlo en la consulta de alto riesgo y de 3'4 había pasado a 4'1 cm. Esa imagen de la primera eco fue un regalo para todos.
Salimos del hospital con otra cara, aunque antes me pasé a decirle a la enfermera del abrazo que todo estaba bien y a darle las gracias, y como llamamos a mis padres para que recogiesen a Salva y le diesen de comer, nosotros decidimos irnos a nuestra tasquita preferida a tomarnos una tapa de ensaladilla rusa y un cartuchito de pescado, porque entre tanto sobresalto necesitábamos un momento para nosotros dos. El día empezó mal pero se iba arreglando y ya de la grúa ni acordarnos, hay otras prioridades y la vida se encarga de enseñártelas.
Comemos, recogemos a Salva y nos vamos para casa para ducharlo y ponernos todos guapos para el cumple, yo al ver mi cama sólo tenía ganas de relajarme y acostarme pero me esperaba una fiesta para 70 personas que montar, casi na, y como no hay dos sin tres en mitad de la ducha del niño la bombona decide expirar, mecaguentoloquesemenea, pero tranquilas que hubo una cuarta jugada, y es que preparando una bandeja de canapés en el local de bolas ésta va y se me cae enterita al suelo, menudo día.
Nos bajamos al local a las cuatro de la tarde, preparamos las mesas, hacemos pulguitas y sándwiches para toda la patulea de gente, colocamos bebidas, aceitunas, patatas fritas, bandejas de canapés, las tortillas,  las empanadas y la tarta salada sobre las mesas, preparamos la piñata y a disfrutar por finnnnnnn. Gracias a mi madre, a mi tía y a mi prima que mientras yo estaba en urgencias ellas me cocinaron tortillas, tarta salada y empapadas sin saber muy bien qué pasaría.
La fiesta no fue como me hubiese gustado en el aspecto decorativo, qué envidia cuando vi por Facebook el cumpleaños de Martín y cómo se lo curró Beatriz su madre, lo máximo que alcancé hacer fue vestir las mesas de papel morado y blanco cual bandera del Real Madrid a gusto del niño, pero este sueño que arrastro, lo regular que me pongo por las tardes y la mañanita que tuvimos se encargaron de ello. Tampoco eché muchas fotos, creo que me quedé un poco ploff cuando me relajé, una pena porque me hubiese encantado enseñaros la megatarta salada que hizo mi prima,  con una pinta estupenda y más exquisita aún.
Pero lo pasamos genial, nos juntamos más de 70 personas,  nos dieron casi las once de la noche, mi hijo disfrutó de lo lindo con sus amigos y pude comprobar cuánto lo quieren todos. Sólo por eso mereció la pena el día. Todo terminó genial, quién lo diría tal y como empezó el día, eso sí, esa noche apenas pude dormir, pero muy feliz y satisfecha, máxime cuando tu hijo, ajeno a todo, antes de dormirse te da las gracias por la fiesta que le has preparado.
Ah y gracias por todas las felicitaciones que le dejasteis al enano ayer en Facebook y en el blog,  sois las mejores.
Os dejo con algunas de las pocas fotos que tomé.
Besos. Inma 

7 comentarios:

Rocío dijo...

No sabía nada del pequeño susto, lo importante es que al final todo salió bien y el cumpleaños se celebró. Yo también estoy contigo en lo de la policia local, en mi pueblo sólo sirven para poner multas, nos tienen fritos a multas, no los busques para otra cosa.
Rocio

Epesse dijo...

Inma, cariño, siento el sustazo que te has llevado, pero me alegro mucho de que se haya quedado en eso, en un susto nada más. Ahora a disfrutar con calma, que antes de que te quieras dar cuenta tienes a la habichuela en brazos.

Arya Forel dijo...

Que susto por Dios!!! Pero me alegro un montón que el "peillo" esté fenomenal.
Besos,

Maria dijo...

Inma que estres de día y que susto nos has dado, pero me alegro mucho que todo siga tan bien y por lo del cumple de Salva tendrás muuuuchos años para celebrarlo con otra decoración y ya seréis 71 los invitados. besos

Unknown dijo...

Ay esos sustos! los odio :( me alegra que quedara en solo eso. Un abrazo

Con Olor a Bebé dijo...

Ay madre que no sabía nada del susto que os habíais llevado!!!
Siento mucho el mal día que pasásteis y me alegro que todo quedase en un susto.
Lo de la enfermera me recordó al mal momento que pasamos cuando perdimos el bebé que esperábamos en el 2005 y lo que eché de menos que alguien del hospital fuese cariñoso.
Un beso muy grandote!!! Lara
www.conolorabebe.com

Elena (tirsalago.blogspot.com) dijo...

Que susto maja!! Leyendo tu post me ha recordado cuando perdí mi segundo embarazo, fue algo horrible y muy doloroso. Así que se el susto que pasaste pero me alegro horrores que todo quedara en un susto. Como siempre te digo, disfruta lo que estás viviendo.
Besos